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El intendente de San Ignacio se desligó del violento desalojo

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El renovador Esteban Romero aseguró que no hubo empleados municipales involucrados en la violenta expulsión de cinco familias en una aldea mbyá de esa localidad turística.

El intendente de San Ignacio se desligó del violento desalojo

[vc_row][vc_column][vc_column_text]El renovador Esteban Romero aseguró que no hubo empleados municipales involucrados en la violenta expulsión de cinco familias en una aldea mbyá de esa localidad turística.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_single_image image=”116188″ img_size=”full” add_caption=”yes” alignment=”center”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]El intendente de San Ignacio, Esteban Romero habló con Misiones Cuatro después del violento desalojo que se produjo el sábado en esa localidad, donde cinco familias de la comunidad Mbyá fueron expulsadas de manera impetuosa de tierras cercanas a las ruinas jesuíticas.

El jefe comunal aseguró que la Municipalidad no tuvo incidencia en el episodio denunciado en los medios por el Equipo Nacional de Pastoral Aborigen (Endepa). Según los dichos de Romero, no hubo ningún empleado municipal durante el desalojo.

El caso se conoció este lunes cuando el integrante del Endepa, Tiki Ramírez, reveló en entrevista con MisionesCuatro que cinco personas ingresaron con machetes y motosierras, sin orden judicial, y echaron a familias de una aldea ubicada a 3 kilómetros de la Gendarmería Nacional.

El hecho ocurrió el sábado último, pero la Dirección de Asuntos Guaraníes no se pronunció al respecto, como tampoco lo hizo el Ministerio de Derechos Humanos de la provincia, a pesar de que el caso ya fue denunciado ante el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI).

“A las 9 de la mañana, cinco personas ingresaron con motosierras y machetes, a decirles a las familias que se tenían que ir, sin orden judicial. Comenzaron a derribar las casas en presencia de niños y mujeres. La mayoría eran niños”, contó Ramírez.

Las familias Mbyá que vivían en la aldea, perdieron casi la totalidad de sus pertenencias y debieron refugiarse en otra comunidad guaraní cercana, donde se encuentran actualmente viviendo con elementos de emergencia, con sus necesidades básicas insatisfechas.

“Derribaron las casas, las prendieron fuego. Actuaron con total impunidad animados por el racismo y la discriminación, creyendo que los indígenas no tienen derechos”, agregó el referente del Endepa.

 

Leer también: Violento desalojo de una aldea mbya en San Ignacio 

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