POSADAS. Tras el lapidario informe de la CAME (Confederación Argentina de la Mediana Empresa) que apunta a la crisis de las economías regionales que dependen de actividades de alta demanda laboral estacional, producto de la incompatibilidad de los planes sociales con el trabajo en blanco, el vocero de la entidad, Pedro Cascales, advirtió que si el gobierno nacional no encuentra la forma de hacer compatibles los subsidios y el trabajo estacional, podrían aumentar aún más, la informalidad laboral y los quebrantos de pequeños productores.
En diálogo con MisionesCuatro, Cascales explicó que la incompatibilidad de planes y empleo registrado afecta a “pequeños y medianos empresarios agricultores y Pymes. No es un problema nuevo. Pero se agravó. Venimos pidiéndole al Ministro del Agro Luis Basterra, una solución. Se lo advertimos en enero con una carta y ahora se agrava más”, consideró el vocero de la CAME.
“La persona que tiene plan social, no lo quiere dejar, porque no le conviene pasar a ser trabajador registrado temporal dado que en la restitución del plan pierde al menos un par de meses”, explicó Cascales sobre el problema que sufren los trabajadores estacionales, si quieren pasar de los planes sociales al empleo registrado y viceversa.
Por otra parte, Cascales recordó que el gobierno de Mauricio Macri promovió “el Plan Empalme, que le permite (al trabajador) que cobre las dos cosas. Pero nunca funcionó bien. Porque la empresa que toma (al empleado) tiene que tomarlo en forma permanente. Y tiene que tomar cada vez más empleados. Dura 2 años. Un trabajador temporal no aplica, no lo pueden incorporar con el plan empalme”, detalló el vocero.
Así, esta situación, “pone en un brete al pequeño productor. Si lo toma (al trabajador) en negro, eso tiene implicancias legales”.
Para dejar en claro la posición de CAME, el vocero insistió: “No estamos diciendo que la gente pierda el plan. Sino que el gobierno encuentre un mecanismo para que la gente pueda trabajar y cobrar el plan o parte del plan”, sostuvo Cascales, a favor de “actualizar el programa empalme a la situación que tiene el sector hoy”.
Consultado sobre si habría una intención política del gobierno, de desalentar el empleo formal y estimular los subsidios a desempleados, Cascales comentó: “Uno no quiere pensar mal. Esto viene de larga data y una persona que recibe el plan, se convierte en rehén del mismo. Una vez que entra es muy difícil salir de ahí”, advirtió Cascales sobre la dificultad para retomar el plan social, una vez que se le dio de baja.
“No sólo Nación, provincias y municipios también otorgan planes sociales”, aclaró.
Según Cascales, un sistema social con “13 millones de personas reciben algún tipo de plan” y otros 7 millones jubilados, implica que “casi la mitad de la población está con planes, subsidios y jubilaciones. ¿Aguanta la Argentina para semejante cantidad de dinero que tenemos que poner todos los meses con los impuestos? El que no paga impuesto a las ganancias, cuando compra un producto, paga impuestos”, subrayó Cascales, insistiendo en que alrededor de un 50% del precio de las mercancías se compone de impuestos.
Para Cascales, si el gobierno no interviene para hacer compatibles los planes y el empleo registrado, un factor clave para las producciones de demanda de mano de obra intensiva y estacional, “la realidad se va a imponer. O va a haber más gente en la informalidad o más productores quebrados o las dos cosas juntas”, alertó.
En esta línea, Cascales añadió que el trabajador estacional o “golondrina” “se mueve de una provincia a otra. Cuando termina una temporada de zafra arranca otra. Cuando hay restricciones de circulación como en Formosa, la gente no puede salir ni entrar. Entonces tenés menos mano de obra disponible”, sostuvo el vocero de CAME.
“Son 600-700 mil trabajadores en estos sectores de cosecha estacional”, remató.
