Se trata de un test que detecta el SARS-Cov-2 en muestras de hisopados, requiere un equipamiento sencillo y arroja resultados cuatro veces más rápido que la prueba PCR.
“Se pasa un hisopo por la nariz hasta la garganta del paciente y se obtienen sus células. Después se procesan esas células para que liberen el ARN del virus si estaban infectadas. El siguiente paso es garantizar que el virus sea detectable”, explicó Diego Comerci, investigador del Instituto de Investigaciones Biotecnológicas (IIB) de la UNSAM y coordinador del desarrollo.