POSADAS. “Me crié en un hogar muy religioso, pero un poco insubordinado yo, tal vez no haya aprendido a rezar como mis mayores pretendían”, reveló el cuentista Luis Ángel Larraburu.
“Nunca supe rezar con palabras ya establecidas”, añadió, antes de compartir su propio credo, donde se entrelazan ojos con duendes, pájaros con nieves, magia y pensamiento.