La victoria de Guaraní por 2-1 sobre Gremio Novorizontino en el Campeonato Paulista tuvo un insólito episodio tras el silbatazo final del árbitro.
Matheus Bidu y Rodrigo Andrade, jugadores del equipo vencedor, se agarraron a los golpes y sus compañeros tuvieron que separarlos. Ambos fueron expulsados.