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Hasta aquí llegó: Nadal acabó con el sueño de Del Potro en el US Open

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El número uno del mundo le ganó con claridad en una de las semifinales del Abierto de Estados Unidos y se medirá con Kevin Anderson en la final.

Hasta aquí llegó: Nadal acabó con el sueño de Del Potro en el US Open

[vc_row][vc_column][vc_column_text]El número uno del mundo le ganó con claridad en una de las semifinales del Abierto de Estados Unidos y se medirá con Kevin Anderson en la final.[/vc_column_text][vc_single_image image=”129777″ img_size=”full” alignment=”center”][vc_column_text]Esta vez no pudo repetir la historia de las semifinales de 2009. Juan Martín del Potro se estrelló contra la furia de Rafael Nadal y se destrozaron sus sueños de alcanzar una nueva final en su torneo favorito. El tandilense cayó por 4-6, 6-0, 6-3 y 6-2 en el estadio Arthur Ashe, en dos horas y 32 minutos de juego. El mallorquín se medirá con el sudafricano Kevin Anderson, que más temprano le ganó al español Pablo Carreño Busta (4-6, 7-5, 6-3 y 6-3).

Del Potro, que poco a poco levantó el nivel durante el torneo, se reencontró con su mejor versión, como la que demostró en 2016, e invita a ilusionarse con lo que pueda conseguir. El tandilense, de 28 años, volvió a pegarle con su revés a dos manos y recuperó su derecha plana, la más rápida del circuito. También hizo mucho daño con su servicio. Como si fuera poco, le ganó a Roger Federer (N°3 del mundo) y “levantó” otro partido luego encontrarse dos sets abajo – el segundo de su carrera – ante un top ten como Dominic Thiem. La motivación del público, como él mismo dijo, fue fundamental para conseguirla.

Aunque claro, en semifinales chocó con Nadal, que volvió a demostrar por qué es el mejor del mundo. Con su poderoso drive, el español no le dio tregua al revés de Del Potro desde el primer punto del partido. Ese era su plan, que también combinaba con drop shots y revés con slice para apaciguar el martillazo de derecha del tandilense. Pero el campeón del US Open 2009 respondió de la mejor manera a los embates del mallorquín, y hasta consiguió su primer quiebre de partido en el segundo game. El español lo salvó. Aunque no lo lograría luego en el quinto game y Del Potro logró doblegar el servicio de Nadal. Después, cerraría el primer parcial aprovechando la excelencia de su saque. Sumó cuatro aces y en dos games el español no pudo anotar ni un punto. La última vez que el español había perdido un set había sido tres partidos atrás, justamente en los octavos de final con el correntino Leonardo Mayer, quien también se había llevado el primer set.

El segundo capítulo fue otra historia. La furia de Nadal se hizo presente y también cambió su plan. “No estaba jugando mal pero estaba esperando que le jugara mucho a su revés, él lo esperaba y se acomodaba para su derecha. Después cambié la estrategia”, reconoció el mallorquín luego del partido. Rápidamente, quebró el servicio del tandilense y lo haría dos veces más. Fue un monólogo de winners del español y en sólo 27 minutos ganó el parcial. Además, su efectividad con su primer servicio fue altísima: 93% contra el 53% del tandilense.

Debieron pasar 10 games hasta que Del Potro ganara otra vez con su saque. Ocurrió después de que el tandilense salvara un break point en el game anterior. “¡Ahora Delpo, ahora!”, le gritaban desde la tribuna al argentino. El aliento lo ayudó a salir del apuro en el primer set point. Pero después ya no pudo resistir la formidable agresividad del N°1 del mundo. En el último parcial, el tandilense ya no volvió a reencontrarse con su derecha y su servicio estuvo lejos de los cuatro aces del primer capítulo. El español logró otros dos quiebres y se encaminó rápidamente hacia el triunfo. Jugará su final N°23 de Grand Slam (ganó 15) y va por su tercer US Open.

Del Potro, que se fue ovacionado del Arthur Ashe, debiera ilusionarse con lo que aún es capaz de hacer. “Cuando estoy bien, sé que soy peligroso”, había dicho Del Potro en una de las conferencia de prensa. Estuvo muy cerca de abandonar ante Thiem por un estado gripal y una fuerte alergia, pero gracias al aliento del público, como él mismo reconoció, continuó. También es cierto que su nivel fue levantando a medida que la jerarquía del adversario lo exigía. El campeón del US Open 2009 aún tiene mucho por dar en el circuito. A partir del lunes, subirá al puesto N°24 del ranking y de él dependerá que continúe en los primeros planos del tenis mundial. Si es que así lo desea.[/vc_column_text][vc_single_image image=”129778″ img_size=”full” alignment=”center”][vc_facebook type=”button_count”][vc_tweetmeme][vc_column_text]La Nación / vm.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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