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Argentina busca al sucesor de Messi entre los hijos del corralito

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La AFA rastrea en Europa a jugadores que nacieron en familias que huyeron de la debacle económica del 2001.

Argentina busca al sucesor de Messi entre los hijos del corralito

[vc_row][vc_column][vc_column_text]La AFA rastrea en Europa a jugadores que nacieron en familias que huyeron de la debacle económica del 2001.
[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_single_image image=”194121″ img_size=”full” alignment=”center” title=”Juan Cruz Agüero y Lionel Messi en marzo pasado.”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Si la crisis económica de 2001 expulsó del país a decenas de miles de argentinos, tal vez otra crisis, pero futbolística, traiga de vuelta a algunos de ellos. Con una selección herida después de su rocambolesco paso por el Mundial de Rusia, sin Lionel Messi hasta nuevo aviso y con un entrenador interino hasta fin de año, Argentina se lanza al rastreo y captación de nuevos talentos por donde haga falta, incluso fuera de su territorio. Lo paradójico es que la búsqueda tal vez sirva para cerrar un círculo: por primera vez, los encargados de los seleccionados juveniles de la AFA siguen a los jóvenes que juegan en las inferiores de los clubes europeos, mayoritariamente en España, adonde sus familias se establecieron cuando la economía Argentina ardia en llamas. Algunos de esos chicos, que hoy tienen entre 12 y 19 años, nacieron en el país y otros en Europa, pero todos tienen doble nacionalidad. El fútbol argentino mira a “los hijos del corralito”.

“Me gusta esa figura, los hijos del corralito”, dice Gustavo Agüero, el padre de Juan Cruz, un chico de 19 años que representa lo que en el fútbol suele llamarse -con premura- “futuros cracks”. Nació en 1999 en Mendoza, 1.000 kilómetros al oeste de Buenos Aires, y en 2001 se instaló en España junto con su familia. Gracias a su talento y doble ciudadanía, jugó para las sub 16 y 17 de España –con la emblemática camiseta número 10- y este año apareció en el radar del coordinador general de las selecciones juveniles de la AFA, Hermes Desio: en marzo fue convocado como sparring de la albiceleste en la gira previa al Mundial de Rusia. Una foto en la que abraza a Lionel Messi, ambos vestidos con ropa de Argentina, es su imagen de Instagram.

“Nos vinimos a España con toda la familia seis meses antes de que explotara Argentina, en julio de 2001. Nos queríamos ir del país, la situación ya no daba para más y justo mi trabajo abrió una sucursal en España. Todavía recuerdo las imágenes del presidente [Fernando] De la Rúa yéndose en helicóptero de la Casa Rosada. Ahí nos dijimos ‘ya está, no volvemos más’”, dice Gustavo. Juan Cruz, el menor de sus hijos, llegó a Reus (Tarragona) con dos años. Se formó en la famosa Masia del Barcelona, luego jugó cuatro años en el Atlético de Madrid (participó en la Liga Juvenil de la UEFA, la Liga de Campeones para menores de 19) y meses atrás pasó al Villarreal, club en el que por ahora integra el equipo C, que participa en Tercera División. Las raíces, sin embargo, no se pierden. “Estamos muy vinculados a lo que pasa en Argentina, en casa se habla ‘en argentino’”, dice su padre.

Uno de cien

Agüero es un nombre entre otros cientos que Desio tiene en la AFA. “Un millón de argentinos vive en el exterior, la mayoría en Estados Unidos y España –dice el coordinador de selecciones menores de AFA-. De ese total, se estima que 125.000 se fueron a España por la crisis de 2001. Hay muchos chicos que nacieron en esa época, que el fútbol argentino todavía no conoce, y debemos ir a buscar, pero tampoco es tan fácil: muchos son españoles, con padres argentinos, y eso ralentiza la investigación. Averiguamos en las embajadas y llamamos club por club, pero no todos tienen buena predisposición”.

Nicolás Barattucci, de 12 años, es otro hijo del corralito. Su papá, Luis, jugó un par de partidos en Racing en 1989 pero pronto dejó el fútbol y abrió un comercio en Mar del Plata, 400 kilómetros al sur de Buenos Aires, del que tuvo que desprenderse durante la década del 90. Como decenas de miles de compatriotas, en 2001 –a sus 32 años- decidió comenzar una nueva vida en el exterior. Luego de un intento en Miami, se radicó junto con su mujer en Ibiza. Trabajó en el rubro turístico, en paradores de playa, y se adaptó rápido. En las Islas Baleares nacieron sus tres hijos. Uno de ellos, Nicolás, categoría 2006, hoy está en la mira de la AFA.

“Nico nació en España pero por derecho de sangre tiene pasaporte italiano, y por supuesto argentino” dice su padre, Juan, desde Palma de Mallorca”. “Un captador de talentos lo vio jugar en Ibiza y lo trajo al Mallorca, donde ahora juega en categoría Infantil de primer año. Sabemos que Desio quiere llevarlo una semana a la AFA a entrenar y conocerlo, y posiblemente sea en diciembre, pero tampoco hay apuro. Tiene 12 años, es muy chico, y trato de mantenerlo con los pies sobre la tierra. Nico habla catalán pero se siente argentino, en casa hablamos en ‘argentino’”, agrega Juan.

Quien ya entrenó en la AFA fue un compañero de Barattucci en Mallorca, también con pasaporte argentino, aunque un año mayor, y nacido en México: Luka Romero. Su caso no forma parte de los hijos del corralito pero sí de los jóvenes argentinos que la AFA busca en el extranjero. “Luka nació en México cuando yo jugaba en el Durango de México”, dice su padre, Diego, ex futbolista, que debutó en Quilmes de su país. “También jugué en Eslovenia y Ecuador, pero como terminé mi carrera en clubes de la Tercera de España, en Formentera e Ibiza, nos quedamos acá. Luka juega en Cadetes de primer año del Mallorca y en julio estuvo entrenándose una semana en la AFA, con la selección sub 15. Volvió encantado. Vamos todos los años a Argentina pero de vacaciones, nunca vivió ahí. Tiene tres pasaportes –mexicano, español y argentino- y en los medios hubo un poco de morbo, pero recién comienza y esto es muy largo”.

“Nuestra búsqueda es a pulmón. También seguimos a chicos en Alemania, Holanda, Italia y Estados Unidos. Algunos hablan de 300 chicos, pero no tenemos una cifra exacta”, cierra Desio, mientras que cuentas especializadas, como @futbolistasaxem (argentinos por el mundo), descubren cotidianamente nuevos casos que tal vez sirvan para sacar a la Argentina de su crisis futbolística.

La lista que el entrenador interino de la selección mayor, Lionel Scaloni, dio para los amistosos ante Guatemala y Colombia del 7 y 11 de septiembre, incluye parte del recambio de la generación que se despidió en Rusia 2018: Lautaro Martínez, Ángel Correa y Mauro Icardi, tal vez el capitán de Argentina en los próximos partidos. El goleador del Inter, hoy de 25 años, dejó su país en 2001, cuando sus padres debieron mudarse a España. Icardi tenía 9: también es un hijo del corralito. (Diario EL PAÍS, Andrés Burgo)[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_tweetmeme][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_facebook type=”button_count”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]vb
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