Una muestra de carácter fue la que demostró el equipo de Messi y compañía que no la tenían nada fácil tras perder 2-0 en el encuentro de ida.

Dembelé puso el 1-0 para el Barcelona que desde ahí fue dominador en gran parte del primer tiempo, pero sin poder aumentar la diferencia.

En el complemento las cosas pudieron complicarse para el conjunto culé ya que en los pies de Lucas Ocampos, el Sevilla tuvo un penal a su favor que podía sentenciar la serie, pero Ter stegen lo detuvo y mantuvo con vida al Barcelona.

Sobre el final, tras un gran centro de Griezman desde la izquierda, fue Pique quien logró el empate en el minuto 93 para llevar el match al alargue. Fue en ese tramo del partido donde se concretó la hazaña. Fue Jordi Alba el que levantó el balón para que Braithwaite de cabeza anticipe a su marca y lo peine para gritar el 3-0.

De esta manera el Barcelona jugará su séptima final de Copa del Rey consecutiva y tiene a tiro la opción de ganar un trofeo en esta campaña bajo el mando de Koeman. En la otra semi, Levante y Athletic Bilbao definirán el jueves el 1 a 1 que cerró el duelo de ida.