Jorge, hermano de Bilardo, contó en una conversación con Radio Provincia de Buenos Aires que “los médicos están sorprendidos, el lunes le sacaron el respirador y ayer estaba caminando. Estamos muy contentos”.
“El otro día, cuando vino a verlo Pacha (Carlos Pachamé), cuando lo agarró de la mano, ni yo ni el enfermero que está todo el tiempo a su lado lo podíamos soltar. Con Oscar Ruggeri pasó lo mismo, siente ese cariño. El flaco Alberto Poletti, en cambio, llegó hasta la puerta de terapia y no pudo entrar”.
“Estuvo muy mal, llegó a tener 4-3 de presión, es imposible, los médicos no le encontraban explicación, pero después empezó a levantar. Los médicos nos decían tengan cuidado con lo que hablan que escucha todo”, agregó Jorge Bilardo.
El ex entrenador de Estudiantes ingresó al Instituto Argentino de Diagnóstico y Tratamiento el pasado 4 de julio y el único parte que emitieron las autoridades esta semana se refirió a un cuadro de “pronóstico reservado”.
Bilardo padece desde mayo de 2017 el síndrome de Hakkin-Adams, que es una enfermedad neurodegenerativa.