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Copa Argentina: River busca salvar el año con una victoria ante Atlético

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Se enfrentan desde las 19.15 en el estadio Malvinas Argentinas de Mendoza. Transmite TyC Sports. Ambos están clasificados para la Libertadores 2018, pero buscan el título en el certamen.

Copa Argentina: River busca salvar el año con una victoria ante Atlético

[vc_row][vc_column][vc_media_grid element_width=”3″ grid_id=”vc_gid:1512831979627-8640386c-49fb-0″ include=”148659,141323,131543,126011″][vc_column_text]Se enfrentan desde las 19.15 en el estadio Malvinas Argentinas de Mendoza. Transmite TyC Sports. Ambos están clasificados para la Libertadores 2018, pero buscan el título en el certamen.[/vc_column_text]

[vc_column_text]MENDOZA. Por más que no figure en el cancionero de la tribuna, River siente que este trofeo vernáculo es el único camino que le queda para lograr una vuelta olímpica en este turbulento 2017. Un consuelo deportivo que, a esta altura del año y con las elecciones a la vuelta de la esquina, se transformó en la Libertadores.

Es que el coloso de la banda roja se imaginaba un diciembre cargado de gloria. Sacando pasajes para viajar a Abu Dhabi, imaginando una final con Real Madrid en Medio Oriente. Ni siquiera llegó al partido decisivo ante Gremio porque Lanús y la VAR en coche lo dejaron fuera de carrera. Mucho menos, entonces, es posible ese cruce entre Marcelo Gallardo y Zinedine Zidane, dos de los mejores entrenadores de la vía láctea.

Hoy, la Copa Argentina es una obsesión para River. Sí, señor. Porque desde que el Muñeco se sentó en el banco millonario, el 27 de julio de 2014 contra Ferro en Salta, casualmente por este mismo torneo que hoy definirá ante Atlético Tucumán, siempre coronó al final del semestre. Copa Sudamericana, Libertadores, dos Recopas, Suruga Bank y una Copa Argentina, un título cada seis meses. Por eso esta noche, a las 19.15 (transmite TyC Sports), se juega tanto al pie de la Cordillera.

El hincha confía en Gallardo y por eso hubo anoche una recepción multitudinaria al equipo. Le sobran los motivos. El laureado entrenador dejó claro antes de subirse al avión que no está dispuesto a ser el Grinch en esta Navidad. Quiere un regalo para la gente de River en el arbolito. Eso sí, no envuelve la realidad con papel celofán.

El Muñeco reconoce que su equipo está transitando por una pendiente futbolística. Ganó uno de los últimos seis partidos, 3 puntos sobre 18 disputados. Consecuencia de apostar todo a la arena internacional en detrimento de la Superliga. Quedó a 12 unidades de Boca. Pueden ser 15 si el puntero mañana derrota a Estudiantes en Quilmes.

¿Faltó compromiso y actitud, como sugirieron Jonatan Maidana y Javier Pinola, los referentes de una defensa permeable? Ni el propio Gallardo está de acuerdo con esta mirada. La principal deuda de River es con la pelota.

En ese sentido, el Muñeco poblará el equipo de volantes. Y tendrá a Enzo Pérez como uno de sus bastoneros. El mendocino quiere ser profeta en su tierra. Por eso hizo todo lo posible para llegar en condiciones al duelo frente a los tucumanos. Se había desgarrado el isquiotibial de la pierna derecha hace 13 días contra Newell’s en el Monumental. Y hoy estará presente. También, Ariel Rojas. Y Leonardo Ponzio. Jugadores referenciales, con varias finales en el lomo. De ellos necesita River para volver a ser. Iván Rossi, en tanto, regresará al banco.

Bajo los tres palos estará Enrique Bologna. El Beto, ese veterano de 35 años que llegó como tercer arquero y se adueñó de la titularidad producto de los flojos rendimientos de Germán Lux y Augusto Batalla. Con pasado en Banfield, Gimnasia, Unión, Peñarol y Alianza Lima, él también se juega una posibilidad para 2018. Siempre bajo la sombra de Barovero, del desempeño en esta final dependerá su suerte para la próxima temporada.

En el fondo, Gonzalo Montiel se ubicara en el lateral derecho, confinando a Milton Casco a ser suplente. Más allá de que su habitual posición está en la zaga central, el pibe de González Catán brinda más garantías que el entrerriano. Con dos volantes externos de mucha llegada, no necesitará desprenderse tanto de la última línea. De cualquier modo, más punzante es el uruguayo Saracchi.[/vc_column_text]

[vc_column_text]Y si la Copa es una obsesión en Núñez, qué decir para Tucumán. Es todo. Nunca antes se coronó a nivel oficial. El Decano jugó más que ningún otro equipo argentino. Llega a esta final con 48 partidos disputados y mucho hambre de gloria.

¿Tiene menos para perder que su ilustre rival? Es relativo. A River le sobran títulos, pero una derrota sería demasiado dura. Para Atlético, en cambio, representaría el broche de oro de un año inolvidable en el que participó de la Libertadores y la Sudamericana.

(Fuente: Clarín)[/vc_column_text][vc_facebook type=”button_count”][vc_tweetmeme][vc_column_text]

Clarín/JMM.

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