[vc_row][vc_column][vc_column_text]San Lorenzo e Independiente no pudieron imponerse en la última fecha, ante Lanús y Talleres respectivamente, por lo que no llegaron a los primeros cinco puestos y clasificaron a Copa Sudamericana. Así, Estudiantes, Racing y Banfield acompañará a River y Boca en la Libertadores 2017-2018.[/vc_column_text][vc_single_image image=”113725″ img_size=”full” title=”Imagen: La Nación”][vc_column_text]Se acabó el torneo de los 30 equipos. Un laberinto de excesos -en extensión, en cantidad-, que dejó unas cuantas enseñanzas. Una, tal vez, sea imprescindible: el abismo entre los grandes y los chicos, en los campeonatos largos y con protagonistas decorativos, no siempre ofrece el manual de la lógica. El fútbol sigue siendo una moneda al aire, afortunadamente. Anoche se sellaron los cupos para la Copa Libertadores 2018: Independiente (1 a 1 con Lanús) y San Lorenzo (1 a 1 con Talleres), sufrieron dos golpes impensados y quedaron al margen de la Copa Libertadores 2018. El Ciclón sigue con vida en la actual: jugará con Emelec por los octavos de final. Para Independiente, el desconsuelo es inmenso, porque es el antiguo rey de copas. Hubo, eso sí, dos focos llamativos: Lanús, el clásico adversario de Banfield, permitió con el empate el ingreso del equipo que dirige Julio Falcioni, de buena campaña. Jorge Almirón, además, es el ex técnico de Independiente… y fanático rojo.
La Libertadores es la obsesión para el fútbol argentino. Ya se habían clasificado Boca, como el campeón y River, el segundo. Anoche, en primer lugar, se sumó Estudiantes (1-0 a Quilmes, con un gol del oportunista Lucas Viatri) y, más tarde, Racing y Banfield, sin jugar, sellaron el impensado ingreso.
Quedaron relegados el Rojo y el Ciclón, que se sumaron a Lanús, Newell’s, Defensa y Justicia y Colón para la Sudamericana 2018.
Cada uno tuvo su propia historia. Aquí, una síntesis de una noche de fútbol y de adrenalina pura.
Independiente a puro dolor
Pocos equipos en el mundo tienen una relación medular con la Copa Libertadores. Independiente, el más ganador de la competencia -siete títulos-, construyó gran parte de su historia en base al torneo más importante del continente. Anoche, tras completar un semestre positivo, el Rojo quedó en la puerta. Debió ganar, desperdició un penal (Barco chocó contra Andrada, como todo Independiente) y sigue lejos de su fuerte. No logra la clasificación a la Libertadores desde 2011. Aquella vez consiguió el pase luego de consagrarse campeón de la Sudamericana 2010. Si sólo se contempla el nuevo siglo, Independiente jugó la copa dos veces: 2004 (entró por el título local de 2002) y 2011. Y su última participación fue tibia: eliminado en la primera rueda, al quedar 3º en el Grupo 8, por detrás de Liga y Peñarol. Para la dirigencia que encabeza Moyano, el frustrado ingreso en la Libertadores representa un golpe demoledor.
Habrá que ver, ahora, si en el receso llegarán varios refuerzos para mejorar la calidad del plantel. Después de que Gabriel Milito dejara un equipo con el ánimo por el piso, Holan reactivó el germen de Independiente y lo mejoró en todos los aspectos. Pero le faltó el último tiro: el que querían todos. El partido -un cúmulo de fútbol y emociones-, fue seguido por Jorge Sampaoli, el técnico del seleccionado.
San Lorenzo, lejos de todo
Si hubiese conseguido el boleto para la próxima Libertadores, San Lorenzo se habría asegurado un número de presencias consecutivas al que no estaba acostumbrado en el torneo más prestigioso del continente. A la gloria de 2014 -fue campeón- le añadió las de 2015, 2016 y 2017. Ahora, tiene dos posibilidades, a diferencia de los rojos: ganar la copa actual o alcanzar la Copa Argentina. No estuvo a la altura del juego ni del contexto. Y Néstor Ortigoza, un símbolo, tuvo una gris despedida.
Racing, de arremetida
Le ganó a River, primero. A Banfield, después. Y celebró a lo grande, por TV. “Este semestre fuimos de lo mejor en la Argentina. El equipo pasó momentos difíciles, como en el clásico, pero nos comprometimos a sacar los últimos puntos y mejoramos mucho la campaña”, comentó Diego Cocca, el DT. Que ahora va por todo, más allá de la curiosa fórmula táctica, con cinco defensores, y un contraataque letal. “Lógicamente que tengo la fe y convicción de ir por un torneo internacional. Buscamos hacer un Racing competitivo y que pelee arriba. En este camino, buscamos un título, obviamente. Armarnos de la mejor manera para afrontar bien todos los frentes”, analizó. Y fue más allá: “Se está cambiando la historia del club, nos estamos afianzando en los primeros lugares del fútbol argentino”. Mientras, Racing sigue de copas: mañana, a las 21.45, se enfrentará con Independiente Medellín, por la segunda etapa de la Sudamericana.
Estudiantes, con esfuerzo, y Banfield, por la ventana
Quilmes, ya descendido y con mucha juventud, fue una barrera para Estudiantes, hasta anoche dirigido por el Chino Benítez, que volverá a la reserva, ante el arribo de Gustavo Matosas. “Los chicos tuvieron varios cachetazos y hubiese sido injusto que no se clasifiquen”, analizó el ex volante, que asumió frente a la sorpresiva partida de Nelson Vivas. El León, semanas atrás, quedó afuera de la Libertadores y de la Copa Argentina. “Tuvimos muchos problemas para clasificarnos, pero lo logramos. Le mando un saludo a Nelson (Vivas); ésto es de él también”, recordó Mariano Andújar, que se siente un “privilegiado”. “Porque voy al casamiento de Messi”, se entusiasmó. Tan feliz, como Julio Falcioni, el DT de Banfield, con el empate de Lanús.
(Fuente: La Nación)[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]
