El “Día del hincha de Boca” se celebró como todos los años desde que los hinchas se autoconvocaron el 12 de diciembre de 2012 (12/12/12), y en honor al histórico apelativo de Victoriano Caffarena, el hincha xeneize que acompañó la gira europea de Boca en 1925, y a quien el diario”Crítica” llamó el “jugador número 12”.
Aquella jornada de 2012 comenzó como una fiesta en el Obelisco y terminó con incidentes, cuando la policía intervino tras los primeros desmanes que alteraron el centro porteño.
Al año siguiente, la dirigencia de Boca -que encabezaba Angelici desde 2011- decidió abrir las puertas de la Bombonera y organizar la jornada con la actuación de grupos musicales y entrada gratuita, algo que se repitió hasta 2017.
El año pasado no hubo festejos porque Boca venía de perder la final de la Copa Libertadores ante River en Madrid, y la dirigencia boquense optó por no abrir el estadio ante el temor de que Angelici fuera insultado por los hinchas.
Este año, el panorama es aún peor para Angelici: acaba de perder las elecciones a manos de lista de Jorge Ameal, con el fundamental aporte de Juan Román Riquelme como candidato, y ahora ya instalado como el hombre que manejará el fútbol de Boca desde el lunes próximo, cuando Ameal asuma como presidente del club de la Ribera.
Así las cosas, Angelici quería entregar el club antes del “Día del hincha”, pero Ameal y quienes lo acompañan optaron por tomar el plazo máximo que el reglamento de Boca estipula (siete días después de realizadas las elecciones) y asumir después del 12: el próximo lunes, a las 20, la nueva conducción boquense asumirá por un período de cuatro años en el salón Benito Quinquela Martín de la Bombonera.
En ese contexto, Riquelme y Ameal ajustan detalles para la contratación del nuevo entrenador, que todo indica será Miguel Angel Russo, el DT que dirigió a Boca cuando consiguió su última Copa Libertadores, en 2007.
En la cabeza de Román figura Sebastián Battaglia como posible ayudante de Russo, como así que el primer refuerzo sea el delantero peruano Paolo Guerrero, quien ya se despidió del Internacional de Porto Alegre.
También quedará para la semana próxima la reunión entre Riquelme y Carlos Tevez, a quien se le vence el contrato con Boca el 31 de diciembre.
Antes de las elecciones del domingo pasado, Riquelme le tiró un buen centro a Tevez, al afirmar que su intención es que termine su carrera en Boca, porque “a los ídolos hay que cuidarlos, y Carlitos es un ídolo de nuestro club”.