Para Klekailo, el maratón parisino fue mucho más que una carrera. “Fue un evento impresionante, muy bien organizado”, comenta entusiasta. “Había muchísima gente alentando en todo el camino, realmente fue una fiesta y una experiencia impresionante”. La corredora destacó la calidez y el excelente trato que recibió tanto de la organización como de los parisinos, lo cual contribuyó a que el evento fuera aún más memorable.
La Comunidad Argentina en París
Durante el maratón, se encontró con un grupo de aproximadamente 15 corredores argentinos, quienes se conectaron a través de las redes sociales antes del evento. A pesar de que el número podría haber sido mayor, la experiencia de compartir el evento con compatriotas resultó ser una parte especial de su viaje. “Nos reunimos en un grupo porque nos fuimos conociendo a través de las redes sociales”, explica.
Cada corredor se encargó de su propio alojamiento, y llegó a París el miércoles antes del maratón, que se celebró el sábado a la noche. A lo largo de la última semana antes de la carrera, los entrenamientos se limitaron a trotes suaves, lo que permitió a los participantes familiarizarse con las calles de la ciudad.
El maratón fue de 42 kilómetros con 195 metros, aunque también se ofreció una distancia de 10 kilómetros para otros corredores. “Siempre está en los planes de todo corredor ir a correr a otros maratones internacionales”, señala, compartiendo su entusiasmo por futuras competencias.
De regreso a Argentina el sábado, retomará sus actividades cotidianas y comenzará a prepararse para su próximo objetivo: la carrera de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) en Santa Fe, programada para el 15 de septiembre.
Una de las características más destacadas del maratón de París fue el reconocimiento a todos los corredores que cruzaban la meta. “Había medallas para todos los corredores, lo que buscó transmitir era el espíritu de que todos los que corríamos éramos maratonistas olímpicos”, afirma. Para aquellos que no lograron completar el recorrido, se ofreció una premiación especial con diplomas para reconocer su esfuerzo.
Klekailo concluye con una reflexión sobre el evento: “Fue una experiencia maravillosa, no solo por la carrera en sí, sino por todo lo que la rodeó. La organización, el ambiente y el espíritu del maratón hicieron de esta experiencia algo inolvidable”.