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Otra cara de un deporte en el que los gays reclaman su lugar

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Cristian Pare, capitán de la Selección Argentina de Futbolistas Gay, pasó por las inferiores de varios clubes importantes esforzándose en ocultar que es homosexual solo para encajar.

Otra cara de un deporte en el que los gays reclaman su lugar

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Cristian Pare, capitán de la Selección Argentina de Futbolistas Gay, pasó por las inferiores de varios clubes importantes esforzándose en ocultar que es homosexual solo para encajar.
[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_single_image image=”185711″ img_size=”full” alignment=”center” title=”Jesús Tormillero, árbitro de Fútbol.”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]El fútbol es un mundo aparte, todavía plagado de machismo y prejuicios sobre la sexualidad.

Cristian Pare, capitán de la Selección Argentina de Futbolistas Gay, pasó por las inferiores de varios clubes importantes esforzándose en ocultar que es homosexual solo para encajar.

“Hay jugadores que podrían rendir mucho más si no se preocuparan por otras cosas. Pensás, gastás en psicología, y los clubes no tienen el apoyo hacia los homosexuales, porque hay muchos jugadores que son gay y la gente lo sabe. Y se les hace difícil jugar”, comentó Pare al corresponsal de RT en Argentina Ignacio Jubilla.

El futbolista opina que las hinchadas, los dirigentes y los propios jugadores podrían hacer una campaña “para llegar a una aceptación de que esto es un deporte”.

El técnico de la Selección Argentina de Futbolistas Gay Leonardo Gómez tuvo que vencer sus propios prejuicios a la hora de dedicarse a entrenar el equipo, ya que nunca se imaginaba que iba a dirigir una selección gay. Ahora concluye que solo “es una pelota de fútbol, sea quien sea: gay, heterosexual, lo que sea”.

Su equipo, al igual que otro llamado Los Dogos, intenta poner en evidencia el tabú existente en el deporte nacional, pero su mera existencia demuestra que en la mayoría de los grandes estadios la pelota sigue estando en el closet.

El primer español

En España, ningún jugador profesional ha salido del armario, lo que es la prueba de que el deporte más popular del país está rodeado de homofobia y tabús. Jesús Tomillero, el primer árbitro español que se declaró homosexual, lo ha vivido en carne propia. Nada más anunciar su orientación sexual, se enfrentó al acoso y finalmente dejó de arbitrar, pidiendo una excedencia.

El exárbitro gaditano lleva casi dos años viendo los partidos desde la banda y sigue sin entender qué ha hecho para recibir insultos y humillación. “Tengo casi 1.500 amenazas de muerte porque están registradas en la Policía Nacional”, reveló Tomillero al corresponsal de RT en España Francisco Guaita. “Es inaguantable”, agregó.

La psicóloga deportiva Palma Gallego sostiene que los hinchas que acuden a ver los partidos y lanzan insultos lo hacen para “descargar lo que en su vida diaria no son capaces de decir”.

Rafael Alkorta, exjugador del Real Madrid y Athletic de Bilbao, tampoco entiende por qué la orientación sexual tiene que ser un factor que priva a algunos de poder dedicarse al fútbol. “Hay mucho inculto. Esto es un problema de cultura y educación, nada más”, sostiene. “No entiendo qué pasa porque alguien sea homosexual, de verdad”. (ACTUALIDAD RT)[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column]

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