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River se confió y empató con Chacarita en el Monumental

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River acrecentó su crisis futbolística: ante un rival inferior no pudo encontrar el juego y apenas logró un empate. Tuvo varias chances pero más por voluntad que por fútbol.

River se confió y empató con Chacarita en el Monumental

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River acrecentó su crisis futbolística: ante un rival inferior no pudo encontrar el juego y apenas logró un empate. Tuvo varias chances pero más por voluntad que por fútbol.

[/vc_column_text][vc_single_image image=”161392″ img_size=”full” alignment=”center”][vc_column_text]Lo de River es tan flojo que ni siquiera se agrandó con Chacarita…

No se trata de subestimar al rival, digno adversario en el Monumental pese a sus lógicas carencias en cuanto a jerarquía individual y colectiva. Se trata de buscar una explicación a esta crisis futbolística que atraviesa River y que este domingo volvió a quedar en evidencia. Un equipo que dominó a su rival desde la tenencia pero que le costó generar situaciones de gol. Si al final lo metió en un arco a Chaca fue más por ganas y diferencias de categoría entre las individualidades de un equipo y de otro que por el juego en sí. Marcelo Gallardo, en tren de recuperar el fútbol que alguna vez tuvo el equipo, entró en esa vorágine de cambiar permanentemente y parece que así el equipo va perdiendo la idea también. La cuestión es que pudo haberlo ganado en los últimos minutos. Pero de haber obtenido los tres puntos, el árbol no taparía el bosque: desde lo futbolístico, el Millo sigue en deuda.

Al minuto y medio de juego pudo haberse puesto en ventaja. Debió haber tenido un penal porque Fernández derribó a Scocco dentro del área. Pero el árbitro Mastrángelo no vio infracción. Con De la Cruz de 8-7, Nacho Fernández en el doble cinco con un otra vez flojo Zuculini y Mayada avanzando por la izquierda, River se hacía fuerte en el medio y ahí quebraba el intento de presión del equipo de Tomate Pena. Pero esa peligrosidad se desvanecía cerca del área. Ahí el juego se hacía confuso. Faltaba claridad en esos metros finales para que Scocco y Pratto tuvieran opciones para definir.

Hasta que llegó un pase largo para De la Cruz y Petryk lo tomó dentro del área. Esta vez sí dio penal el juez y Scocco puso el 1 a 0. Parecía que ahí, con la ventaja en el marcador, se vería a un River liberado. Pero cuando se terminaba ese primer tiempo, una cadena de errores del equipo de Gallardo provocó que Chacarita llegara al impensado empate, a través de un derechazo de Menéndez.

El empate se tradujo en el complemento en desesperación. River perdió la línea y Chaca casi mete el 2 a 1. En ese desorden, Gallardo metió mano. Sacó a Scocco y a Pratto y metió a Auzqui y Borré. Y River se la jugó. Fue, con poco fútbol, pero fue. Y pudo haberlo ganado. Con ese tiro de Nacho Fernández que se estrelló en el travesaño por ejemplo. El empate final puede preocupar por el resultado. De local y con un equipo que hoy está en zona de descenso. Pero la mayor preocupación, y más de cara a la final con Boca del 14, es que no encuentra el juego.[/vc_column_text][vc_facebook type=”button_count”][vc_tweetmeme][vc_column_text]

Olé / vm.

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