Tres provincias pelearon por albergar este encuentro que adquirió una gran trascendencia: Santiago del Estero, Córdoba y Buenos Aires. Finalmente, el estadio en el que se jugó el último choque entre Boca y Defensores de Belgrano ganó el duelo.
Y el morbo está instalado desde el mismo sorteo del certamen, es que, si River clasifica a octavos, se verán las caras nuevamente con su rival de toda la vida. En esta ocasión será la primera vez que lo hagan por copa argentina.