Apenas 34 minutos duró el paso de Serena Williams en el All England. Leyenda vigente, la estadounidense debió decirle adiós muy temprano a Wimbledon, a causa de una lesión que se produjo por un severo tropiezo sobre el resbaladizo césped del court central.
Serena, siete veces campeona de Wimbledon, pareció lastimarse el tobillo durante el partido que disputaba contra la bielorrusa Aliaksandra Sasnovich.
La estadounidense recibió tratamiento cuando superaba por 3-2 a su rival, intentó volver a jugar, pero su angustia era evidente se hizo una mueca de dolor y se secó las lágrimas antes de prepararse para sacar en el 3-3 después de que Sasnovich nivelara el juego.
Siguió jugando, pero cuando el score estaba 3-3 y 15-30 con su saque, y luego de caer de rodillas, se encaminó a la red y se retiró entre lágrimas, en medio de la respetuosa ovación del público.