Economía

“El 85% de lo que se importa es para producir”, advierten tras nuevas restricciones al dólar

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Mario Grinman, jefe de la CAC, advirtió que las nuevas medidas del gobierno limitando la compra de dólares, inevitablemente se van a trasladar a precios. Al tiempo que cuestionó la limitación a las importaciones y la política fiscal. “En Argentina hay 165 impuestos y un largo historial de impuestos temporarios que se hicieron permanentes”, bramó.

“El 85% de lo que se importa es para producir”, advierten tras nuevas restricciones al dólar

POSADAS. Las nuevas medidas desplegadas por el gobierno para limitar o impedir la compra de dólares, una operación indispensable para las importaciones, fue duramente cuestionada por Mario Grinman, el presidente de la Cámara Argentina del Comercio y Servicios (CAC), quien anticipó que van a generar una mayor demanda del dólar y un traslado a la estructura de precios, por los componentes importados presentes en casi toda la producción que se realiza en el país.

“Ningún país es autosuficiente, eso de vivir con lo nuestro, sólo se le puede ocurrir a algunos argentinos. El 85% de lo que se importa es para producir, se importa para producir, medicamentos, acero y plásticos. En cada producto, hay un componente de productos importados”, aseguró Grinman, en diálogo con MisionesCuatro. El empresario, por otra parte, criticó con dureza la altísima presión fiscal del país, en el que existen 165 impuestos y un largo historial de impuestos que se impusieron temporalmente y que continuaron de forma permanente.

“Esto tiene más la figura de una devaluación que otra cosa, y es posible se traslada a precios. No sabemos cómo va a impactar (en la estructura de precios) pero cada vez que el dólar se disparó, va mucho a precios”, comenzó planteando Grinman, en su análisis sobre el nuevo cepo al dólar lanzado por el gobierno, para evitar que caigan aún más las reservas del Banco Central.

Endeudamientos en dólares y la falta de confianza en la moneda

Por otra parte, Grinman habló de las empresas que se endeudan en dólares para comprar maquinarias, por un monto global que estimó en los 3.300 millones de dólares. “Compran y se financian. Pero ahora el gobierno les dice, van a poder pagar el 40% porque es el dólar que les voy a poder dar y el 60% restante en dos años. El acreedor va a decir, ud. se comprometió y si no tiene los dólares, no es mi problema. Es una situación dificil en la que se van a encontrar muchas empresas en Argentina”, advirtió el empresario.

“Nuestra economía e bimonetaria. Transaccionamos con papelitos de colores que llamamos pesos pero cuando tenemos que atesorar o hacer transacciones importantes, vamos al dólar. Porque a esos papelitos de colores, no le tenemos confianza”, lanzó Grinman, explicando por qué el dólar sigue subiendo respecto de la cotización del peso.

“Desde la creación del BCRA hasta la fecha le hemos sacado 13 ceros y le asignamos 7 denominaciones distintas (a la moneda nacional) Por lo tanto, no hay confianza. Si ud. tiene confianza en su moneda, va a atesorar en su moneda y si no tiene confianza, va a tratar de sacarse de encima esa moneda. Esto pasa desde hace mucho tiempo”, recalcó Grinman, dejando en claro que ningún gobierno pudo resolver el problema de la falta de confianza en el peso argentino.

La falacia del ‘vivir con lo nuestro’

Según Grinman, ningún país del mundo “es autosuficiente en su producción local. Eso de ‘vivir con lo nuestro’ sólo se le puede ocurrir a algunos argentinos. En Argentina, el 85% de lo que se importa, es para la producción. Se importa para producir medicamentos, aceros, plásticos… en cada producto que ud. compre, va a haber un insumo importado. Hasta el pan, porque todos los fertilizantes (para el trigo), son importados”, puntualizó Grinman, mostrando uno de los problemas de considerar que cerrando las importaciones, se estimula la producción local.

En esta línea, Grinman insistió que en China, “un país que economicamente está haciendo las cosas bien, importa el doble de lo que exporta. Ellos importan lo producen y lo vuelven a exportar. En Argentina, tratamos de cerrarnos, importar es mala palabra… pero acá todo es importado”, recalcó Grinman, poniendo por ejemplo el caso de Tierra del Fuego, que no cobra impuestos a los productos que llegan desarmados y se termina ensamblando componentes de celulares construidos en China.

La historia de los impuestos de emergencia que se perpetúan

Por otra parte, Grinman cuestionó la altísima presión fiscal que impera en el país. “En Argentina hay 165 impuestos consolidados. En 9-10 impuestos, recae el 95% de la recaduación. Lo otro es trabajo engorroso que no sirve para nada. Hay una presión fiscal fenomenal. Además, tenemos una larga tradición de impuestos nacidos en la emergencia, que terminan perpetuándose”, sostuvo el empresario. Y mencionó tres ejemplos: el impuesto al rédito de 1930, cuya fecha de caducación era diciembre de 1934; el IVA que estaba al 18% y por la crisis (económica de México, en 1994), “lo llevaron al 21% por un año y el impuesto al cheque que iba a ser por un año, entre 2001 al 2002 y todavía está”, se lamentó.

Según Grinman, desde 1930 en adelante, todos los gobiernos argentinos, democráticos o de facto, fracasaron en la faz económica, en particular en lo que hace a la presión impositiva.

Sobre el final, Grinman consideró que no cree posible que Argentina se convierta en Venezuela, “pero no lo descarto. Argentina es una caja de sorpresas”, remató.

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