
El contador público Raúl Karaben compartió sus perspectivas sobre la situación económica actual y las expectativas para el 2025, destacando varios problemas estructurales en la economía local, especialmente en relación con el cepo cambiario y la remisión de fondos al exterior.
“El problema que tenemos con el cepo es la remisión de fondos y dólares de las empresas locales. Son muchos dólares que las filiales extranjeras necesitan para enviar a sus casas matrices, y el gobierno no tiene”, explicó, resaltando el impacto negativo de las restricciones cambiarias.
En cuanto a las políticas implementadas en los últimos años, el contador público criticó duramente el “plan platita de Massa” y el kirchnerismo, y consideró que ha tenido un impacto perjudicial. “Hizo mucho daño, no lograron juntar fondos para poder decir, salgamos del cepo”, afirmó, advirtiendo que la crisis financiera que enfrenta el país es más profunda de lo que se había planteado inicialmente.
A pesar de los desafíos, señaló que algunos avances se lograron durante los primeros 13 meses del gobierno de Javier Milei, aunque advirtió que el comercio internacional sigue siendo uno de los sectores más golpeados. “Llevamos 13 meses de gobierno y se lograron destrabar algunas cosas, pero el comercio internacional no. Seguimos con toda la canasta de dólares”, indicó.
En relación con el comportamiento de los ciudadanos frente a la inflación y las tasas de interés, comentó que muchas personas optan por comprar dólares y ahorrar de esa manera, dada la incertidumbre económica. “El común de la gente compra 100 dólares y va ahorrando de esa manera”, explicó, mientras que en Posadas, el tipo de cambio paralelo es elevado. “El arbolito de Posadas pide 1300 pesos por dólar”, agregó.
El especialista también analizó la rentabilidad de los plazos fijos, señalando que si bien las tasas actuales no cubren completamente la inflación, la rentabilidad sigue siendo superior al aumento del dólar. “Cuando tienes inflación, le gana al paso fijo y las tasas de hoy no alcanzan a cubrir la inflación. No obstante, la rentabilidad es mayor al aumento del dólar”, dijo.
De cara al futuro, proyectó que a partir de febrero el dólar oficial aumentará un 1% mensual, lo que impactará en los precios y podría generar una menor inflación en el mediano plazo. “A partir de febrero, el dólar oficial va a aumentar 1% mensual, y eso hace que el aumento de precios trasladado a la inflación va a ser menor”, comentó.
Sin embargo, subrayó que no espera una disparada del dólar. “No creo que se dispare el dólar. Va a haber un corrimiento, pero no más del 1, 2 o 3%”, indicó, destacando que las condiciones están dadas para que la inflación de este año sea baja. “Estamos trabajando con más estabilidad que antes. No hay déficit fiscal, no hay emisión monetaria espuria. No habría motivos financieros y económicos de que hagan una inflación mayor”, concluyó.