Miguel Calvete, Presidente del Instituto de Estudio de Consumo Masivo (INDECOM), explicó que las cifras de inflación para agosto superaron las expectativas iniciales, ubicándose en un 4,2%. “Estábamos todos manejándonos entre un rango del 3,9% y el 4,5% de inflación, según nuestras mediciones”, detalló, indicando que al considerar solo alimentos y medicamentos en grandes puntos de venta, la cifra fue de 4,1%, mientras que al incluir almacenes y farmacias de barrio, subió a 4,4%.
El especialista subrayó que la inflación estuvo impulsada por los aumentos en servicios públicos como agua y electricidad, que llegaron al 7%. “El gobierno intentó controlar la inflación y esperaba comenzar con un 3%, pero los aumentos en servicios públicos fueron decisivos para que la inflación terminara en 4,2%”, explicó.
Calvete pronosticó que la inflación se mantendrá en torno al 3,5% o 4% hasta fin de año, incluso con la “inflación núcleo” más baja, que oscila entre el 2,4% y 2,9%. Sin embargo, advirtió que estos números no incluyen aumentos clave, como los de combustibles y medicina prepaga, que continúan en alza.
En cuanto a la producción, el panorama también es preocupante. “La capacidad productiva de las industrias cayó casi un 40%, lo que significa que la oferta se redujo considerablemente”, señaló Calvete, quien explicó que esta situación ha generado una moderación de los precios debido a la caída del consumo, aunque esto no implica que los precios dejen de subir. “Hoy tenemos niveles de consumo tan bajos como los que se veían en el 2002”, agregó.
El especialista también hizo hincapié en la necesidad de fortalecer el mercado interno para impulsar la economía. “El gran desafío del gobierno en este momento es lograr recomponer los salarios y las jubilaciones. El consumo interno representa dos tercios del Producto Bruto Interno (PBI), por lo que es fundamental reactivarlo”, destacó.
Finalmente, Calvete señaló que las pequeñas y medianas empresas (pymes) enfrentan serias dificultades para sostenerse debido a la alta presión tributaria y los costos laborales. “Muchas pymes se ven obligadas a pasarse a la economía informal, lo que afecta el sistema previsional”, advirtió, subrayando la importancia de una reforma laboral y tributaria para aliviar la carga que enfrentan estas empresas y garantizar un crecimiento económico sostenible.