Educación

De la Universidad de Entre Ríos a las grandes universidades del mundo: Joaquín Cury contó su experiencia como bioingeniero

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En una reciente entrevista radial, Joaquín Cury, bioingeniero y Doctor en Ciencia y Tecnología, relató su impresionante trayectoria profesional, destacando el papel crucial de la educación pública en su formación. Desde su paso por la Universidad Autónoma de Entre Ríos, una de las pioneras en Sudamérica en bioingeniería, hasta su trabajo en las principales universidades de Estados Unidos y Europa.

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De la Universidad de Entre Ríos a las grandes universidades del mundo: Joaquín Cury contó su experiencia como bioingeniero

APÓSTOLES. En diálogo con Radio Chimiray, Joaquín Cury, uno de los principales exponentes de la bioingeniería en Argentina, compartió su experiencia como profesional de la salud que une la ingeniería con la medicina. Con 35 años, Cury remarcó cómo su disciplina tiene un impacto directo en los tratamientos médicos y el diagnóstico por imágenes, facilitando la creación de dispositivos innovadores para resolver problemas de salud.

“Un bioingeniero es un personal de la salud que básicamente lleva soluciones desde el punto de vista de la ingeniería a la clínica, al hospital, a la medicina. Por ejemplo, para mejorar un tratamiento o un diagnóstico por imágenes, para proveer de un dispositivo que pueda resolver algún problema médico”, explicó Cury.

El bioingeniero recordó su paso por la Universidad Autónoma de Entre Ríos, donde estudió la carrera de bioingeniería, una de las primeras en Sudamérica. “Yo tuve la oportunidad de estudiar en el primer lugar que tuvo Sudamérica, que está en la ciudad de Oro Verde que es la Universidad Autónoma de Entre Ríos. Era el único lugar de toda Sudamérica, con el tiempo, la carrera dio sus frutos y se fue expandiendo. Ahora hay en Córdoba, Mendoza, Bariloche, inclusive en Buenos Aires”, señaló.

En cuanto a la expansión de la carrera, destacó la importancia de las universidades públicas en Argentina: “La Universidad Autónoma de Entre Ríos es una universidad pública y gratuita para el acceso de todos”.

Cury también hizo énfasis en cómo la educación pública fue fundamental en su formación: “La Universidad Pública me dio todo. Me debo a la Universidad Pública y lo digo con orgullo. La educación que tenemos es buenísima, es excelente. Me he podido perfeccionar con el tiempo, es cierto, pero mis bases son las que me abrieron las puertas”, expresó.

Tras graduarse hace más de una década, Cury recordó sus primeros años de incertidumbre profesional. “Cuando estaba terminando la carrera, surgieron los temores, la incertidumbre sobre dónde iba a trabajar. Estaba preocupado por el futuro y justo en ese momento tenía una amiga muy querida que fue la primera Ingeniera Civil en ir a la Antártida, a la Base Marambio, me lo contó, me interesé y un año después pregunté por los requerimientos”.

Ese fue el punto de partida para una experiencia única en su vida. “Por esas vueltas de la vida tuve la oportunidad de ir por un año a la Base Belgrano II que es la más cercana al Polo Sur de las estaciones argentinas y fue una experiencia increíble”, recordó, subrayando que ese tiempo le permitió dar sus primeros pasos en la ciencia. “Allí tuve mi primer contacto con la ciencia, mis primeros pasos como científico. Me sirvió para equivocarme y ganar confianza”, reflexionó.

Después de su paso por la Antártida, Cury decidió continuar su formación en el extranjero, viajando a España para realizar una Maestría en Equipamiento Médico. “Lo de Madrid fue un paso necesario para saber si las ciencias eran lo mío”, comentó.

Su búsqueda de conocimiento lo llevó a Bruselas, donde comenzó su Doctorado en Bioingeniería. “Empecé a mandar currículums a distintos países de Europa y me llamaron de Bélgica, de la ciudad de Bruselas, para hacer el Doctorado, una instancia que dura entre cuatro o cinco años, donde el objetivo final es generar conocimiento, que se diseñe algo que no existía”, explicó.

Actualmente, Cury se encuentra en Chicago, trabajando como investigador y profesor en dos de las universidades más prestigiosas de Estados Unidos: la Universidad de Northwestern y la Universidad de Chicago. “Esas universidades están muy bien posicionadas académicamente, hay cosas que podríamos copiar y están muy buenas. Están en el Top Ten de EEUU y a nivel mundial están en el Top 20. Tienen una infraestructura muy grande, con muchas cosas de tecnología e inversión, de empresas que trabajan en conjunto con los científicos para llevar cosas al mercado y a la clínica”, señaló.

Respecto a su red de compañeros de la Universidad Autónoma de Entre Ríos, Cury afirmó que muchos se encuentran trabajando en distintas partes del mundo, en países como Chile, Brasil, Estados Unidos y Europa, mientras que algunos otros permanecen en Argentina.

Finalmente, sobre las perspectivas laborales de los bioingenieros, Cury destacó el creciente interés por la carrera. “Es una carrera de interés porque uno siempre necesita alguien con conocimientos de tecnología y equipamiento médico, en la clínica es súper importante”, remarcó. Si bien reconoció que en algunos países se paga mejor, también destacó que en Argentina es posible lograr una estabilidad económica en el área.

Con su vasta experiencia internacional, Cury se muestra optimista sobre el futuro de la bioingeniería y el impacto de esta disciplina en el campo de la salud, reafirmando que la ciencia y la tecnología continúan evolucionando para ofrecer soluciones innovadoras en medicina.

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