Así lo informó la institución californiana a través de un comunicado replicado por EFE, que de esta manera se suma a una decisión adoptada ayer en el mismo sentido por parte de la Orquesta de Filadelfia. 

En el escrito, la Ópera de San Francisco destacó su compromiso con “una fuerte política contra el acoso sexual” que requiere de todos los miembros “los máximos estándares de conducta profesional”.

“La Ópera de San Francisco da una gran prioridad a crear un entorno seguro en que todo el mundo pueda centrarse en su trabajo y arte, y en el cual los colegas se tratan con respeto, dignidad y compañerismo”, acota el texto.

Mientras se cancelaron conciertos en San Francisco y Filadelfia, la Ópera de Los Ángeles, en donde el tenor ejerce como director general desde 2003, se comprometió a abrir una investigación sobre el caso.

El escándalo se inició cuando nueve mujeres afirmaron en una entrevista que habían sido víctimas de acoso sexual por parte del tenor en la década del ’80, a lo que el artista se defendió alegando que creía que esas actitudes habían contado con el consentimiento de las denunciantes.