“Las bibliotecas populares en Argentina tienen una larga historia, con más de 150 años desde su creación por Domingo Faustino Sarmiento. En estos tiempos, la demanda de libros y servicios bibliotecarios ha aumentado, pero a menudo enfrentamos dificultades financieras para mantener estas instituciones.”

Wionczak destacó el continuo interés y la actividad en las bibliotecas, a pesar de las limitaciones económicas. “Nuestra biblioteca recibe a muchos visitantes, incluidos grupos, niños y adolescentes. Estamos contentos de ver que siempre hay gente en la sala de lectura, con jóvenes utilizando computadoras y teléfonos para estudiar y hacer trabajos prácticos, y adultos que son nuestros socios más leales.”

La bibliotecaria también comentó sobre el dinamismo de las bibliotecas populares a nivel nacional. “A nivel país, hay un gran movimiento en las bibliotecas populares, que se han convertido en centros culturales activos. Ofrecen una variedad de actividades, como cursos de collage, oratoria, cine club y ferias del libro. La gente siente cada vez más la necesidad de acceder a la cultura, y las bibliotecas están respondiendo a esa demanda.”