Cultura

Tristeza en el papel: Murió el periodista “Fuma” Sánchez Bonifato

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El periodista posadeño, de extensa y prolífera carrera en los medios de prensa, entre ellos Misiones 4, falleció este sábado por la tarde a los 86 años. Dolor y reconocimiento a su tarea profesional en las redacciones de los medios misioneros.

Tristeza en el papel: Murió el periodista “Fuma” Sánchez Bonifato

POSADAS. El periodista César Leonardo Sánchez Bonifato falleció este sábado por la tarde cuando se encontraba internado en una clínica privada de esta capital, Posadas, tras pasar varios días internados por un cuadro de neumonía.

El querido Fuma, un apodo que abrazó en las múltiples redacciones que contaron con su oficio profesional, nació el 10 de diciembre de 1936 en la capital misionera, y dentro de dos meses cumpliría, entonces, 86 años.

Fue redactor y corresponsal del diario La Nación por varias décadas; alcanzó el máximo cargo de director en el matutino El Territorio; también ejerció la dirección ejecutiva del Multimedios Canal Doce, cuando su entrañable amigo radical Ricardo Barrios Arrechea fue gobernador de la provincia; y sus últimos años ejerció su habilidad periodística como columnista en nuestra bien querida casa, Misiones 4, desde donde se retiró del periodismo para acogerse a los beneficios de la jubilación.

En los últimos tiempos –y la pandemia del coronavirus lo estimulo más activamente en su arte-, a Fuma se lo podía seguir en su cuenta de Facebook, donde colgaba sus videos tocando el piano en su casa familiar de la calle Colón al 444, la que heredó de sus padres Julio César Sánchez Ratti y Carolina “Chiquita” Bonifato.

De su padre también legó el amor y la pasión por el periodismo y su militancia en la Unión Cívica Radical (UCR).

Fuma, en su paso por las redacciones de los diarios, dejó decenas de crónicas que describían el crecimiento y el progreso de Misiones, tanto en la foresto industria con en la yerba mate, el té, y principalmente el desarrollo energético.

También se apasionaba por contar las historias de la Posadas del ayer; de las “familias patricias” de esta metrópolis del Alto Paraná, y ni hablar de las leyendas y cuentos que abundaban en el interior, entre picadas, montes y pueblos en desarrollo. El Fuma tenía magia para despertar intrigas y curiosidad en sus narraciones.

También Fuma recordaba que su pasión por el piano -y el acordeón- lo acuñó de chico, en su seno familiar, pero que lo desarrolló casi como una necesidad de sobrevivencia en La Plata, donde fue a estudiar una carrera universitaria.

“El piano me salvo del hambre muchas veces cuando era un estudiante de bolsillos flacos, pero al mismo tiempo me cargo de historias, anécdotas y de curiosidad…”, solía contarnos el Fuma en su más de diez años en el canal Misiones 4.

Curiosidad que César Leonardo Sánchez Bonifato lo llevó a recorrer prácticamente los seis continentes. Quizás, casi como una despedida premonitoria, el Fuma había, en los últimos meses de su hermosa y bella vida, empezado a colgar fotos de sus viajes por el mundo. Entre ellas, con su hijo Julio César en Cerdeña y con su hija Sebastiana en Uruguay o Perú. Por acá, en su casa de la calle Colón, el que le hacía el aguante de visitas y asistencia a la “adultez de la tercera edad” era Pablito Chas, un hijo del corazón a quien el Fuma lo crio como propio.

Al Fuma no sólo lo sobrevivirán y lo recordarán sus hijos: también sus eternos amigos, familiares, y los jóvenes de las redacciones de los medios que tuvieron la suerte de contar con su generosidad para compartir historias y costumbres.

Querido Fuma, o chamigo Fuma, que en paz descanses. Has tenido una vida plena, bien disfrutada, y tus afectos te lo agradecen y celebran. Hasta Siempre…

Por Pablo García

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