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‘David Lynch, The Art life’, un paseo por la mente del creador de Twin Peaks

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Un par de meses antes del estreno de la tercera temporada de la serie de televisión de misterio que desarrolló junto a Mark Frost, llega a la gran pantalla el largometraje en el que el cineasta de Montana narra las anécdotas que más han marcado su vida y obra artística.

‘David Lynch, The Art life’, un paseo por la mente del creador de Twin Peaks

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Un par de meses antes del estreno de la tercera temporada de la serie de televisión de misterio que desarrolló junto a Mark Frost, llega a la gran pantalla el largometraje en el que el cineasta de Montana narra las anécdotas que más han marcado su vida y obra artística.[/vc_column_text][vc_single_image image=”96541″ img_size=”full” alignment=”center”][vc_column_text]La madre de David Lynch nunca le compró cuadernos de colorear. Una idea que, según el director de Terciopelo azul, sirvió para dar rienda suelta a su creatividad sin restricciones. Dos meses antes del estreno de la tercera temporada de Twin Peaks, previsto para el 21 de mayo de este año, llega a la gran pantalla David Lynch: The Art Life, un documental dirigido por Jon Nguyen, Olivia Neergaard-Holm y Rick Barnes ynarrado por el propio cineasta de Montana sobre los recuerdos que este guarda en su mente del pasado y cómo estos conectan más que con su filmografía, con sus pinturas.

Lynch nació en Missoula un 20 de enero de 1946 y dos meses más tarde, su familia se mudó a Sandpoint, Idaho, donde permanecieron durante dos años. Su padre, Donald, fue un científico adscrito al Ministerio de Agricultura norteamericano, y su madre, Sunny, era profesora de lengua. “Cuando habla de su infancia Lynch la describe invariablemente como una etapa idílica, una especie de permanente sueño despierto, cuyo único aspecto problemático fue, sin duda, una forzada vida nómada”, explica Thierry Jousse, redactor de la revista Cahiers du cinéma y autor de un libro sobre el artista. Y así lo demuestra, entre calada y calada, el autor de Eraserhead (1977) y del El hombre elefante (1980) a lo largo de todo el largometraje.

15 días en Europa

Desde Sandpoint, la familia Lynch se trasladó a Spokane, Washington, luego a Boise, en Idaho, de nuevo, donde Lynch estudió de tercer a octavo grado, y finalmente a Alexandria, Virginia, donde estudió Secundaria. Lynch, que se convirtió en boy scout, participó a los 15 años como acomodador en la toma de posesión del presidente John F. Kennedy, experimentó impulsos artísticos desde su niñez, así que mientras terminaba el instituto, decidió asistir al Corcoran School of Art en Washington, D.C. Después se apuntaría al School of the Museum of Fine Arts de Boston durante un año, antes de partir rumbo a Europa en compañía de su amigo y colega artístico Jack Fisk, con quien siempre alquilaba estudios para pintar. Sus planes eran estudiar con el pintor del expresionismo austriaco Oskar Kokoschka durante tres años, pero la aventura solo duró 15 días.

“Fui a estudiar bajo uno de mis artistas menos favoritos, pero quise permanecer en Europa durante tres años. Recuerdo que estaba acostado en un sótano en Atenas y los lagartos estaban arrastrándose por las paredes y empecé a pensar que estaba a 7.000 millas de McDonald’s”, cuenta. Al regresar a Estados Unidos, Lynch se dirigió directamente a Virginia para encadenar trabajos temporales hasta que, con 20 años, se inscribió en la Academia de Bellas Artes de Pensilvania.

De la felicidad que había acompañado su niñez en un espacio reducido a “dos manzanas”, Lynch descubrió las sórdidas calles de Filadelfia, uno de sus “peores” momentos de su vida pero el mejor a la hora de crear. Fábricas, tristeza, humo, ferrocarriles, corrupción, la morgue, gente desquiciada… Su casa de Filadelfia se convirtió en un espacio donde inspirarse y recoger cualquier cosa que encontraba, algo que preocupaba a su padre las pocas veces que le visitó. “Nunca tengas hijos”, le advirtió tras encontrar un ratón envuelto en plástico en el sótano de su hijo.

Génesis de ‘Eraserhead’
Lynch estuvo cuatro años en aquel lugar y, en 1967, se casó con su novia Peggy. Un año más tarde nacería su hija Jennifer. En 1971, Lynch se trasladó a Los Ángeles para asistir a las clases del American Film Institute Conservatory, donde le habían entregado una beca y del contraste entre las noches oscuras de Filadelfia y el sol de California empezó a “cocinar” Eraserhead. Pero la ayuda de 10.000 dólares no alcanzó para terminar el film y por este motivo la película no se remataría hasta el año 1977 después de pedir dinero a amigos y familiares, incluyendo a su amigo de la infancia Jack Fisk, incluso se dedicó a vender periódicos para financiarla.

El documental, que se estrena el próximo 31 de marzo, recoge la obra artística de Lynch en sus primeros años de trayectoria, cuando saltaba de estudio en estudio para lástima de sus padres. Este joven de clase media estadounidense cuenta hoy con una legión de admiradores de su filmografía, pero con no menos detractores. “Aburrido, de principios fijos y nada polémico”. Así se define el creador de Twin Peaks y así se lo transmite a los espectadores a través de un discurso lento en el que repasa sus recuerdos intercalando archivos fotográficos y vídeos familiares.[/vc_column_text][vc_facebook][vc_column_text]VozPopuli / vm.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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