BUENOS AIRES. El juez de garantías de Chascomús, Cristian Gasquet, firmó la prisión preventiva para Rubén Darío Castiñeiras (44), más conocido como “El Pepo”, por los delitos de “doble homicidio agravado” y “lesiones agravadas”.
Además, ordenó su traslado de la comisaría 1° de esa ciudad -donde se encuentra detenido- a la cárcel número 6 de Dolores.
Según informó TN, la medida se sustenta en las pericias que se dieron a conocer en las últimas semanas, en las que se comprobó que el cantante de cumbia, circulaba a exceso de velocidad (a más de 130 km/h) y que había consumido alcohol y cocaína.
La orden firmada por Gasquet responde tanto al pedido de la fiscal de la causa, Verónica Raggio, como al de los abogados de la familia de su representante, Ignacio Abosaleh, y del trompetista Nicolás Carabajal, quienes fallecieron en el siniestro vial ocurrido el pasado 20 de Julio.
El despiste en el que murieron los mencionados, se produjo a la altura del kilómetro 7,5 de la ruta provincial 63, en Dolores, provincia de Buenos Aires.
De acuerdo con los exámenes toxicológicos, el cantante tenía marihuana y cocaína en sangre cuando volcó con su camioneta. Además, manejaba a 139 kilómetros por hora.
Cabe destacar que en el tramo de la ruta donde se produjo el siniestro, la velocidad máxima permitida es de 110 km/h. Sin embargo, el límite se reduce a 60 en el caso de que haya niebla, justamente, como ocurría el fatídico 20 de Julio a la madrugada.
Irregularidades en la pericia toxicológica
Días atrás, un nuevo peritaje toxicológico determinó que “El Pepo” manejó la noche del accidente con el límite de alcohol en sangre, es decir 0,5 g/l. El resultado coincidiría con el testimonio del propio artista, que admitió haber tomado “sorbos de Vodka” mientras circulaba con su Honda CVR.
Sin embargo, este valor de alcohol en sangre está bajo la lupa, porque se produjeron gravísimas fallas en el protocolo pericial en el Hospital de Dolores, en beneficio del cantante. Es que la muestra de sangre del cantante se tomó con cinco horas de demora. Vale decir, la concentración alcohólica sería mucho mayor si la muestra se hubiera tomado en los instantes posteriores al siniestro vial.
De hecho, la justicia investiga el protocolo de extracción de la muestra, porque la cantidad de líquido extraído fue escasa, los tubos de ensayo tenían aire en su interior y no se les colocó anticoagulante. Todo esto constituye una falta grave, en beneficio de Castiñeiras.