“Estamos muy felices y bien organizados, trabajando junto con la comisión y los presidentes de las 15 colectividades, además del pabellón argentino”, comentó. “El evento ofrecerá una rica variedad de gastronomía, danzas típicas y música, reflejando la identidad cultural de los obereños a través de su historia de inmigración.”
Cada año, como es costumbre, se envían invitaciones a altos funcionarios, incluyendo al presidente, vicepresidente, senadores, y diputados nacionales y provinciales. Este año, la vicepresidenta tiene previsto asistir el viernes 6 de septiembre. “Ella está recorriendo varias fiestas nacionales y nos alegra contar con su presencia”, agregó.
La fiesta celebra dos hitos importantes: 20 años como sede permanente del evento y 10 años desde que Oberá fue declarada capital del inmigrante. “En Oberá, se da la particularidad de que, por ejemplo, un ruso está casado con una ucraniana, y un polaco con una ucraniana. Esta mezcla ha fomentado una gran fraternidad y paz entre las comunidades”, destacó. “Nuestro objetivo es mostrar que es posible convivir en paz y unión, y generar actividades que promuevan la paz entre países en conflicto.”
La Fiesta Nacional del Inmigrante ofrece un “recorrido del mundo” en el Parque de las Naciones, destacando la cultura y el turismo como sus ejes principales. La celebración se convierte en un punto de encuentro para compartir emociones y fortalecer lazos entre diversas comunidades.