Se trata de una potente balada producida por Andrew Watt, quien además suma su guitarra; a la que se le suman el bajo de Duff McKagan, de Guns ‘N’ Roses; y la batería de Chad Smith, de Red Hot Chili Peppers.
“Este es posiblemente el álbum más importante que he hecho en mucho tiempo, probablemente desde ‘No More Tears’”, expresó a través de un comunicado el artista, quien puso a su nuevo trabajo a la altura del famoso disco lanzado en 1991.
Y añadió: “Este álbum fue un regalo de mi poder superior, es una prueba para mí de que nunca debes rendirte”.
Gran referente del género a partir de su labor como vocalista en Black Sabbath, grupo seminal del heavy metal, Ozzy Osbourne lleva adelante una extensa gira despedida de los escenarios, que este año tuvo que suspender en varias oportunidades por problemas de salud.