Con una potente voz, heredera
de la tradición negra ligada al gospel, el soul y el rhythm & blues; que
sobre el escenario se potenciaba gracias al torbellino corporal que ponía en
marcha en cada interpretación; esta artista sufrió las peores humillaciones
domésticas que se puedan imaginar, pero logró sobreponerse e, incluso, opacar
la figura de su otrora famoso marido.
Ocurre que en la segunda mitad de la década del ’70, cuando
se divorció del abusivo Ike, harta de las golpizas que le propinaba, nadie
podría apostar un centavo por el futuro artístico de la mujer que había
alcanzado el estrellato gracias a un marido que no sólo la había apuntalado en
su carrera, sino que hasta le había impuesto su apellido.
Sin embargo, entre 1983 y 1984, la vida artística le dio una
segunda oportunidad a la mujer que, para esa altura, no sólo se repuso al
divorcio con fenomenal éxito comercial, sino que hasta se apoderó del apellido
de su ex marido y lo confinó a un segundo plano en la consideración pública.
A esa altura, Ike Turner ya no sólo había pasado a ser el ex
marido golpeador de la estrella Tina, sino que además iniciaba un camino hacia
ese olvido al que años atrás parecía condenada su ex esposa.
De ascendencia afroamericana y nativa, Tina Turner fue criada
por una familia adoptiva de blancos de Tennessee, Estados Unidos, que la
bautizó con el nombre de Anna Mae Bullock.
Sin embargo, la infancia de la futura estrella no fue fácil
debido al divorcio de quienes la adoptaron, algunas situaciones de violencia
entre ellos y la posterior crianza por parte de una de sus abuelas, ante el
poco interés de sus padres de seguir haciéndose cargo de ella.
Tras una mudanza a St. Louis, la muerte de su abuela y en
medio de su trabajo como enfermera, Tina se reunió con su hermana mayor Ruby
Aillene, con la que formó un dúo musical.
En medio de ese peregrinar por clubes, a finales de la década
del ’50, conoció a Ike Turner, un guitarrista y cantante que descollaba con su
propia banda y siempre sumaba alguna vocalista femenina a su formación.
La década del 60 fue testigo de la consagración del dúo
integrado por Ike & Tina Turner, a quien había cobijado artísticamente y la
había rebautizado, a partir de incendiarias actuaciones y una catarata de
éxitos, como el caso de “Proud Mary”, “It’s Gonna Work Out Fine”,
“I Idolize You” y “River Deep, Mountain High”, entre otros.
Sin embargo, la joven que en el escenario avasallaba con su
sola presencia, en la intimidad del hogar padecía feroces golpizas por parte de
de su marido.
El declive del furor por el estilo de música negra que
representaba el dúo y la crisis doméstica comenzaron a mellar al exitoso combo
en la década del 70, en donde la cantante sólo tuvo un importante hito al
interpretar a “Acid Queen” en la ópera rock “Tommy” de The
Who.
Tras el divorcio de su marido, la carrera de Tina parecía
acabada, pero hacia 1983, su cover del tema de Al Green “Let’s stay
together” y “What’s love got to do with it?” la relanzaron a la
fama.
Estos dos éxitos fueron el puntapié para el exitoso disco de
1984 “Private dancer”, que le dieron un nuevo estatua de figura a
Tina, que no sólo se apropió del apellido de su ex esposo, sino que reinventó
su carrera con un estilo que conservaba las raíces negras pero adaptado al pop
radial a la época.
Desde entonces y hasta 2009, en donde se retiró de los
escenarios, Tina Turner giró por el mundo, vendió millones de discos, posicionó
en la lista de éxitos una gran cantidad de canciones, entre las que pueden
mencionarse “The best”, “Typical male”, “I don’t wanna
lose you” y “Steamy windows”, entre otros.
También tuvo sus intervenciones memorables en la pantalla
grande, como en “Mad Max”, en donde además interpretó el tema central
“We don’t another hero”; y, de manera indirecta, en la autobiográfica
“What’s love got to do with it?”, en donde su figura fue encarnada
por Angela Basset.
Ya en la tranquilidad de su retiro, Tina Turner volvió a
sufrir un fuerte revés el año pasado con el suicidio de su hijo mayor Craig
Raymond Turner. Desde entonces, casi no se la vio en público, sin embargo los
homenajes en su honor no cesan como el musical “Tina-The Tina Turner
Musical” que se estrenó el año pasado en Londres y actualmente se está
representando también en Nueva York y Hamburgo.
Tina Turner: los 80 años del torbellino musical que se reinventó
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