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Diez chicas trans desnudan su mundo en “Reina de Corazones”

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El cineasta Guillermo Bergandi habló sobre el documental en el que retrata del mundo de la transexualidad mediante las historias de vida y las entrevistas desestructuradas, que se estrena el jueves próximo en salas de cine.

Diez chicas trans desnudan su mundo en “Reina de Corazones”

[vc_row][vc_column][vc_column_text]El cineasta Guillermo Bergandi habló sobre el documental en el que retrata del mundo de la transexualidad mediante las historias de vida y las entrevistas desestructuradas, que se estrena el jueves próximo en salas de cine.[/vc_column_text][vc_media_grid grid_id=”vc_gid:1550446679674-c7928723-04a5-3″ include=”225750,225751,225752″][vc_column_text]CAPITAL FEDERAL.  El cineasta Guillermo Bergandi estrena el jueves próximo “Reina de Corazones”, un documental en el que indaga en el mundo de la transexualidad mediante de las historias de vida, en primera persona, de diez chicas trans.

Los colores saturados en el tratamiento de las imágenes y la alegría y el color que representan las celebraciones de la comunidad LGBT, son dos puntos centrales en la búsqueda estética de este documental que templa los relatos a través de la música y suma interesantes hallazgos de archivo.

“Opté por ese entorno audiovisual como contrapunto. Por un lado, contar estas historias duras, pero desde la estética mostrar un mundo alegre, por eso les pedí que eligieran un lugar que las conectara con algo lindo. Eso genera la sensación, la contradicción interna. Es cómo combaten desde la alegría”, explica Bergandi en entrevista con Télam.

“Muchas chicas de Salta se tuvieron que ir de allá porque la misma sociedad o la familia las expulsó y se tuvieron que hacer de cero en Buenos Aires, siendo travestis. O se matan o se ríen, son víctimas pero no se victimizan”, recapitula, remitiéndose a su experiencia durante los meses de rodaje del filme que ya se exhibió en más de diez países.

“Me gusta buscar grupos que necesitan ser vistos y generar espacios más inclusivos, llegarle a las personas”, reflexiona Bergandi que, además de realizador cinematográfico suele disfrazarse de payaso y tocar el teclado a la gorra en Parque Centenario, y que estrenará en junio el filme “Juglares”, sobre clowns que se adentran en El Impenetrable, Chaco.[/vc_column_text][vc_column_text]Télam -¿Cómo surge la idea de filmar estas historias?

Guillermo Bergandi -Llegué a la cooperativa Ar/tv Trans por una amiga que era asistente de producción en la obra “La casa de Bernarda Alba” y propuse ayudarlas. Días después, me llamó Daniela Ruíz, fundadora de la cooperativa, y fui a dar clases de teatro. Tenía mucha curiosidad y ganas de conocer. Tuve la posibilidad de darle clases a personas que salían del Borda, a jóvenes adultos en la cárcel y a chicos con autismo y son mundos que me interesan y a los que accedo a través de la actuación o documentales. El proyecto surgió tras cinco meses de clases, cuando se empezaba a abrir ese mundo interno. Ellas estaban cómodas y se dieron cuenta de que iba con ingenuidad, tratando de aportar y no desde la estafa.

T -¿Cuál es el objetivo del documental?

GB -Hay muchos temas que son mencionados y que podría haber profundizado, como la prostitución, inclusión laboral, ley de Identidad o la maternidad, pero hubieran sido otras historias y un tipo de documental más informativo que a mí no me atrapa mucho. Por eso, me senté frente a las chicas y les pregunté: “¿De qué hablamos?, ¿qué quieren que el otro vea?” Quisimos mostrar la humanidad de cada una, su corazón y que el público empaticé con ellas, que son personas, que tienen obstáculos y que los enfrentan. También se pone en juego la cuadratura que tenemos los hombres y la mujer desde el lugar de la mujer. Cada uno tiene su historia, ellas enfrentan sus problemas y ¿nosotros?, esa es la pregunta. Después de escucharlas, se empiezan a minimizar ciertas cuestiones.

T -¿Hubo algo que te haya llamado la atención de la repercusión?

GB -La identificación entre personas trans y no trans. En varios lugares, después de proyectarla, se acercaron parejas mayores y me dijeron que les había cambiado la cabeza. La gente más grande resultó más reflexiva que la de mi generación que tuvo el chiste fácil. Ese es el patriarcado. Se generaron debates posteriores sobre la expectativa de vida de 35 años o cuestiones políticas aunque intenté evitar las banderas. No es una película partidaria porque esta lucha transciende los gobiernos. La búsqueda es social.[/vc_column_text][vc_facebook type=”button_count”][vc_tweetmeme][vc_column_text]

Télam

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