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Acompañante terapéutico, la actividad que no cesó en pandemia

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Juan Campillo, es acompañante terapéutico e integrador escolar. En diálogo con Misiones Cuatro contó cómo es la tarea que lleva adelante en una asociación, ubicada en la localidad de Candelaria.

Acompañante terapéutico, la actividad que no cesó en pandemia

POSADAS. El acompañante terapéutico de 23 años comentó que actualmente se encuentra trabajando en la ONG “Sonrisas Especiales”, que se encuentra en la localidad de Candelaria, dedicada a contener a las personas con capacidades diferentes y su familia.

En ese sentido, Juan Campillo explicó en qué consiste la labor del acompañante terapéutico: “tiene la función de ser una ‘muleta imaginaria’, es como un apoyo del cual los chicos y los adolescentes se apoyan para volverse más independiente”, manifestó.

Asimismo, dio detalles de su rol en la entidad: trabajo con chicos con discapacidad, hago estimulación temprana con una chica de un año que tiene síndrome de Down, hay veces que muchos no se quieren quedar conmigo, pero de a poco voy trabajando para formar un vínculo. Entonces, de a poco hay que ir trabajando en conjunto con la madre y la nena”, declaró el joven.

Consultado sobre cómo ha sido la tarea del acompañante terapéutico en tiempos de pandemia explicó: “se hace un trabajo que no es de manera virtual, de manera presencial con todos los protocolos, los profesionales llegamos y tenemos el alcohol en gel, que nos ponemos en las manos, al igual que los chicos”, relató.

Con respecto al rol del integrador escolar dijo que “tiene la capacidad de ayudar a ese chico con discapacidad, a que se integre en la estructura escolar, pero va variando caso por caso”.

Padrinazgo

Por otra parte, dijo que la ONG “sonrisas especiales” necesita padrinos o madrinas para costear con los gastos de la terapia: “el padrinazgo sería poder ayudar a los chicos para que puedan seguir con sus terapias de manera económica. Se pueden acercar, hay un Facebook de la Asociación que pueden escribir si están interesados en ser padrino o madrina”, contó Campillo.

En ese sentido, agregó: “la función del padrino o madrina sería poder ayudarlos con lo que ellos necesiten a nivel económico, el barrio es muy carenciado. Necesitan un verdadero brazo que uno le pueda extender para poder continuar”.

Brindó su número de teléfono celular: 11-54601831, para que las personas interesadas en ser padrino o madrina de una nena de un año con síndrome de Down que necesita esa ayuda, puedan contactarse con él.

El acompañante terapéutico no solo trabaja con niños, también con adultos mayores y, en ese sentido, Campillo manifestó que existe “una gran deuda con las personas mayores y con los chicos. No solo a lo que es paciencia, sino a lo que es acompañamiento”, manifestó el profesional.

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