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Bondades y mitos de la sandía

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La sandía es, sin duda alguna, la fruta favorita del verano, pero hay quienes todavía temen consumirla por los viejos mitos aprendidos.

Bondades y mitos de la sandía

La sandía es uno de los frutos con mayor contenido en agua (91% de su peso y 6% de azúcares) y tiene reconocidas capacidades diuréticas. Consumir sandía regularmente sirve para relajar el ritmo cardíaco y reducir los dolores musculares. Su color rojo proviene del licopeno, un antioxidante que también está asociado a la salud del corazón. Los antioxidantes ayudan a fortalecer nuestro sistema, de ahí la importancia de consumir esta fruta.

Un mayor consumo de sandía puede mejorar el control de la glucemia (la concentración de glucosa que circula por la sangre) y de la dislipemia (alteración en los niveles de grasas en sangre, fundamentalmente colesterol), e incluso, de la hipertensión arterial.

Algunos de los beneficios de comer sandía son:

  • Los riesgos para el desarrollo de asma son más bajos en las personas que consumen una gran cantidad de ciertos nutrientes. Uno de estos nutrientes es la vitamina C, que se encuentra en muchas frutas y verduras, incluyendo la sandía.
  • Reduce el dolor muscular y mejora el tiempo de recuperación de los atletas, después del ejercicio.
  • Gracias a su contenido en vitamina A, la sandía es ideal para el crecimiento de todos los tejidos corporales, incluyendo la piel y el cabello.
  • Debido a su alto contenido de agua y fibra, ayuda a prevenir el estreñimiento y favorece la regularidad de un sistema digestivo saludable.
  • Al estar compuesto en un 92% de agua y lleno de electrolitos importantes, la sandía es un gran aliado para tener a mano durante el verano y evitar la deshidratación.
  • Como una fuente excelente de antioxidantes de vitamina C y de otro tipo, la sandía puede ayudar a combatir la formación de radicales libres que pueden producir cáncer.
  • Los suplementos de extracto de sandía reducen la hipertensión.

¿Y qué pasa con los mitos?

La sandía es, sin duda alguna, la fruta favorita del verano, pero hay quienes todavía temen consumirla por los viejos mitos aprendidos. ¿Qué hay de cierto en ellos?

  • “Mezclar sandía con vino puede ser mortal”: Desde el entumecimiento del estómago hasta un envenenamiento de la sangre por reacciones químicas, es lo que se dice que puede suceder si las mezclamos. Incluso, existe la famosa prueba de colocar un trozo de sandía en un vaso de vino, en el cual la fruta se endurece, lo cual sucedería en el organismo humano. Sin embargo, el estomago es muy diferente a un vaso de vino, ya que posee jugos gástricos con todas las sustancias necesarias para que nosotros podamos digerir adecuadamente los alimentos, por lo tanto, no existe ningún riesgo para la salud.
  • “No se puede tomar agua después de comer sandía”: Es, sin dudas, lo mas escuchado sobre esta fruta. Sin embargo, basta con analizar la composición del agua pura y la de una fruta como cualquier otra, como lo es la sandía. La misma esta compuesta en un 90 % de agua, es decir que no existe ninguna razón por la cual pudiera haber un riesgo al mezclarlas.
  • “No podemos bañarnos o meternos a la pileta después de comer sandía”: Seguramente, nos habrán advertido sobre esta cuestión que no tiene ninguna razón lógica que implique un peligro para la salud. Si nos bañamos o nos metemos a una pileta, no hay alteración alguna en nuestro sistema digestivo, así que éste es nada mas que un falso mito popular.
  • “No se puede tomar leche antes o después de comer sandía”: Como lo mencionaba anteriormente, la sandía es una fruta más, sin ninguna característica o propiedad especial que pueda repercutir en un problema de salud. Si analizamos el típico “desayuno americano”, podemos observar que hay lácteos, panificados, algún embutido y frutas de todo tipo, pero siempre está presente la sandía. Muchísimas personas, lo consumen a diario y no causa ningún efecto negativo. Cabe aclarar que, quienes no toleran la leche, tampoco lo harán con esta mezcla, pero no porque sea una mala combinación, sino porque existe un intolerancia a la lactosa presente en la leche.
  • “No se debe comer sandía por la noche”: Ingerir esta fruta de noche no causa ningún daño, como toda fruta, es liviana y recomendable a cualquier momento del día.
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