Si amas los quesos y siempre compras una porción para disfrutarlo en la tranquilidad de tu hogar, pero después la tenés que tirar porque se pone fea, acá te traemos la solución.

Es una técnica súper sencilla pero muy efectiva para poder conservarlos de la mejor manera para que te duren más tiempo. Lo que vas a necesitar es un recipiente hermético, un poco de papel film, una servilleta de papel y una bolsa hermética.

Primero hay que limpiar el contenedor y evitar a toda costa que quedé húmedo. También es importante corroborar que sea hermético. Después sacas el queso de su empaque y lo envolvés todo en papel film.

Guardas el paquete en la bolsa hermética, metes el queso al recipiente y lo cerrás. Otro truco que te recomendamos es que lo guardes en el estante del medio de la heladera, ya que allí tendrá el frío necesario para que se conserve.

Según el portal Excelsior también hay que tener en cuenta el tipo de queso que queremos guardar. Si se trata de queso fresco, con solo guardarlo en un recipiente hermético junto al suero que desprende alcanza.

Si por el contrario tenemos un queso tierno, hay que envolverlo con papel para hornear y meterlo al contenedor donde lo vamos a guardar. Para los quesos curados o semicurados hay que envolverlos en un trapo húmero o untar cada cara con aceite y posteriormente cubrirlo con papel. Para el queso azul la conservación es más sencilla, sólo se necesita el papel film y ya se puede guardar.