General

Cómo hacer para no comer tanto en la cuarentena

cargando anuncio

El aislamiento social y preventivo para frenar el avance del coronavirus ha obligado a todos los argentinos a quedarse en sus casas y alimentarse puede convertirse en uno de los pasatiempos favoritos.

Cómo hacer para no comer tanto en la cuarentena

Ver televisión, usar la computadora, el celular, leer, las actividades para hacer en tu casa son varias. Sin embargo, esta situación provoca en la gran mayoría una inevitable ansiedad. En general, el proceso desemboca en unas ganas de comer casi inexplicables. No te preocupes. Siguiendo una serie de métodos muy sencillos podés revertir este hábio en pocos días. Mirá.

Cómo hacer para no comer tanto en la cuarentena

No hacer actividad física, el sendetarismo y la heladera se complotan para que subas algunos kilos demás. Pero evitar esa situación es posible. Lo primero es aceptar el difícil momento que atraviesa el mundo y ser consciente de eso. De esta manera, bajar el nerviosismo y la ansiedad y lo más importante: ser creativos. ¿Te gusta pintar, escribir, tocar un instrumento? Es un buen momento para empezar a practicar ese pasatiempo que a lo mejor tenías olvidado.

Pero eso no es todo. Usá este tiempo para meditar. Si no tenés una colchoneta en tu casa, no importa. Agarrá una frazada y acostate boca abajo y levantá las piernas. Los ejercicios de yoga, pilates o streching son perfectos para armonizar el cuerpo y si lo hacés seguido podés bajar algunas calorías. Si la ansiedad persiste y vas directo a la heladera, pensá que no hay que comer por impulso.

“Si acabas de comer y te apetece un dulce no es hambre física, cuenta hasta diez, respira hondo y fíjate en si tienes síntomas físicos de hambre. Racionalizarlo te ayudará a no picotear entre horas. Mantener un buen hábito de sueño y realizar ejercicio físico reducen los picos de ansiedad y te ayudan a tener más control sobre tus decisiones”, explicó Eva García Fernández en diálogo con el periódico español El País.

Además, es de vital importancia conectarse con las emociones. “Es común que las llamemos ‘positivas’ o ‘negativas’ dependiendo de si nos gusta sentirlas o no. Hacemos lo que sea para escapar de las ‘negativas’, para dejar de sentirlas, y una de nuestras acciones favoritas y socialmente aceptables es atiborrarnos con comida. En lugar de suprimirlas, mejor entenderlas y gestionarlas”, concluyó la especialista.

Comentarios