Hay una amplia variedad de plantas medicinales con respaldo científico. Es decir, sus componentes y propiedades han sido estudiados por profesionales, quienes han determinado que tienen potencial como coadyuvantes en el tratamiento de algunas enfermedades.
Por tradición, las plantas se han usado desde la antigüedad con el objetivo de tratar la sintomatología de diversas enfermedades. A raíz de esto, con el tiempo se realizaron estudios científicos que permitieron corroborar o descartar las propiedades que se les atribuía.
De todas formas, la investigación ayudó a determinar en qué dosis son seguras, cuáles pueden causar efectos secundarios y en qué situaciones están contraindicadas. Si bien el listado es amplio, a continuación, detallamos algunas principales plantas medicinales con respaldo científico.
Manzanilla
Es una planta medicinal con muchas aplicaciones. Como lo expone un artículo publicado en Molecular Medicine Reports, sus principales usos tienen que ver con el alivio de la ansiedad, el estrés y los problemas estomacales. Sin embargo, hay quienes también la usan contra el dolor y los problemas dermatológicos.
Una revisión divulgada en Electronic Physician Journal la define como una “planta multipropósito”, ya que las evidencias han determinado que tiene propiedades antiinflamatorias, antimicrobianas, antidepresivas, antidiarreicas, hepatoprotectoras y antidiabéticas. Algunos de sus usos son los siguientes
-Osteoartritis de rodilla.
-Colitis ulcerosa.
-Síndrome premenstrual.
-Trastornos gastrointestinales.
-Ansiedad y estrés.
Jengibre
Durante siglos, el jengibre ha sido recomendado como remedio contra las náuseas, en particular aquellas relacionadas con el embarazo. También hay e pruebas científicas de esto: el jengibre no solo tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, sino que contiene una sustancia conocida como gingerol, que ayuda a prevenir los vómitos.
Salvia
También tiene una larga historia como planta medicinal. El té de salvia era un tratamiento tan popular para el dolor de garganta y de estómago que se esparció por todo el Mediterráneo hasta llegar a China. Viene de la familia de la menta y es rica en aceites esenciales y glucósidos flavonoides, que no solo tienen propiedades antiinflamatorias y antibacterianas, sino que también pueden reducir los niveles de glucosa.
Menta piperita
Se ha utilizado como remedio para la indigestión y para aliviar calambres desde el antiguo Egipto. De hecho, se han encontrado hojas de menta piperita disecadas incluso en las pirámides egipcias. Esta menta es rica en aceites esenciales (especialmente mentol y mentona), que no solo se ha comprobado que ayudan a aliviar problemas digestivos, como el síndrome de colon irritable, sino que también han demostrado ser eficaces contra el dolor de cabeza.
Deben emplearse con precaución
Aunque la ciencia pudo comprobar muchas de las propiedades de las plantas mencionadas, eso no quiere decir que puedan usarse como primera opción de tratamiento contra las enfermedades. La mayor parte de las veces son únicamente un complemento para reducir la sintomatología de ciertos padecimientos.