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Día Mundial Sin Carne: su consumo en Argentina triplica lo recomendado

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Veganos, ambientalistas y médicos impulsan una jornada para desincentivar la ingesta de carne como una forma de promover los derechos de los animales, frenar el calentamiento global y cuidar la salud.

Día Mundial Sin Carne: su consumo en Argentina triplica lo recomendado

[vc_row][vc_column][vc_column_text]El mundo consume cinco veces más carne de lo que resulta sostenible y nuestro país seria uno de los responsables de ese desfasaje que afecta tanto el equilibrio del planeta como la salud. Contra la recomendación de Naciones Unidas de limitar su ingesta a 20 kilos por habitante al año, en 2017 los argentinos consumimos 57 kilos per capita sólo de carne vacuna, lo que equivale a un consumo total al menos tres veces mayor.

Frente a esta realidad ha venido cobrando protagonismo durante los últimos años una iniciativa que se realiza hoy a nivel mundial: el Día Sin Carne, una fecha en la que se busca desincentivar su consumo por razones ambientales, pero también éticas y de salud.

“Nuestra alimentación tiene una repercusión directa en el cambio climático pero muy poca gente es consciente de eso. Según la FAO, la producción de carne en todo el mundo supera los 300 millones de toneladas al año, lo que ha llevado al límite los recursos del planeta. Y es que sólo la actividad ganadera emite más CO2 a la atmósfera que todo el sector de transporte mundial, y es una de las principales causas de la deforestación, el consumo de agua, la pérdida de hábitats y la extinción de especies”, señalan desde FARM, el movimiento que impulsa desde 1985 el Día Mundial Sin Carne (Meat Out Day, según su nombre original en inglés).

Aunque nació como una iniciativa aislada, el impacto del Día Mundial Sin Carne ha crecido en los últimos años a tal punto que hoy no sólo es apoyado por millones de personas sino que también cuenta con la adhesión de prestigiosas organizaciones de la salud como la Sociedad Americana del Cáncer, el Instituto Nacional del Cáncer (EE.UU), la Universidad John Hopkins y la Asociación Americana del Corazón.

“Las personas sólo pueden decidir de manera libre lo que comen si saben lo que hay detrás de cada alimento. Pero la gente en general desconoce todavía lo que implica la producción de su comida ni hasta qué punto el consumo excesivo de carne afecta su salud. Tampoco se habla demasiado del impacto ambiental de los productos animales, pese a que la ganadería industrial contamina más que todo el transporte junto, ni vemos a los millones de animales que se sacrifican al año para consumo humano”, explican desde la organización.

“Si bien apoyamos la iniciativa porque vemos que contribuye a generar cierta consciencia entre la gente, para nosotros no alcanza con un día al año porque es una cuestión moral -explica Leonardo Raimondo, integrante del Colectivo Abolicionistas por la Liberación Animal-. Comer carne equivale a causar sufrimiento a seres sintientes. Por eso rechazamos todas sus formas de utilización como alimentos y explotación. Si a muchas personas en nuestro país les sigue costando entenderlo es sólo por una limitación cultural”.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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