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Estudiar con música: ¿Sí o no?

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Para algunas personas, escuchar música durante las horas de estudio es una constante. Pero es importante conocer qué dice la ciencia al respecto.

Estudiar con música: ¿Sí o no?

La música se volvió una herramienta para potenciar el rendimiento a la hora de estudiar. Pero hay que tener en consideración que no todas las personas responden de igual forma a los estímulos auditivos. En este sentido, se debe ser cauto al momento de estudiar con o sin música, ya que no necesariamente nos funcionará igual a todos.

Por ejemplo, algunos necesitan un ambiente tranquilo y sin ruidos para poder concentrarse en los temas de estudio.

Como contrapartida, existen personas que mejoran su retentiva empleando música de fondo mientras estudian.

¿Cómo puede beneficiar la música al estudio?

El estilo de aprendizaje auditivo estimula las áreas del cerebro dispuestas para la adquisición de conocimientos. En otras palabras, cuando tenemos facilidad para aprender por medio de sonidos, escuchar música resulta un recurso útil. En especial con los idiomas.

Otro aspecto importante a tener en cuenta es la capacidad para concentrarse. Es decir, no todas las personas consiguen el mismo nivel de concentración al momento de estudiar. Es natural que para algunos, los estímulos del entorno no representen una interrupción, mientras que para otros, cualquier sonido genera desconcentración.

Las mejores formas de sacar provecho de la música durante las horas de estudio

1. Volumen moderado

Cuando la música suena a un volumen moderado el cerebro es capaz de mantener la concentración en la actividad principal (el estudio). En este caso, la música produce un efecto relajante que ayuda a mantener la continuidad y el nivel de agotamiento mental disminuye.

2. Optar por música clásica

Hay estudios que avalan los beneficios de la música clásica en el estudio. Dado que la ciencia promueve las melodías clásicas, resulta confiable implementar este método y comprobar los resultados por nosotros mismos.

3. Tener una lista de reproducción

Lo ideal sería crear una lista de reproducción para evitar las pausas largas. En efecto, mientras menos pausamos el estudio, más efectivo será. Se aconseja que las listas de reproducción tengan una duración de al menos 2 horas continuas.

Las desventajas de estudiar con música

1. Desvía el foco de atención

No todas las personas son multitareas. Esto quiere decir que algunos deben necesitar un ambiente libre de sonidos para enfocarse adecuadamente en lo que deben estudiar. En definitiva, la música no pasa desapercibida para el cerebro.

2. Normaliza la baja productividad

Cuando nos acostumbramos a escuchar música mientras estudiamos se da un condicionamiento clásico. Resumiendo lo planteado, el tiempo de estudio se convierte en un estímulo condicionado para las melodías. Lo que quiere decir que cada vez que vamos a estudiar sentimos la necesidad de colocar música de fondo.

Este condicionamiento genera que la productividad se vea afectada. Por una parte, porque nos volvemos dependientes de la música para realizar el estudio. Por la otra, no se le da oportunidad al cerebro de enfocarse completamente.

3. Fomenta el contacto innecesario con los dispositivos

Es habitual que las personas escuchen música mediante sus dispositivos móviles. Por ejemplo, es común ver cómo algunos adolescentes reproducen canciones en YouTube a en su smartphone, al mismo tiempo que intentan estudiar. Sobre la base de esto se establece que representa un doble factor distractor.

¿Qué dicen los estudios?

Uno de los estudios que demuestra los beneficios de la música clásica para el cerebro fue realizado en el año 2007 por la Universidad de Stanford, desde la facultad de medicina se llevó a cabo la mencionada investigación.

Los resultados arrojaron que: la música clásica favorece la retención e interpretación de la información. La razón es que las melodías armoniosas a un volumen moderado no evitan la concentración de las personas, sino que, por el contrario, tienen un efecto potenciador.

La música clásica tiene un efecto en el cerebro similar al de un entrenamiento. Esto significa que cuando escuchamos música clásica durante el tiempo de estudio ocurre un fortalecimiento en las áreas cerebrales que involucran la atención, la interpretación y la predicción de eventos.

Estas conclusiones sugieren que las personas que escuchan melodías clásicas durante su tiempo de estudio obtendrán mejores resultados en el área académica. La razón de esto es que su cerebro adquiere la habilidad de interpretar mejor la nueva información.

¿Cómo elegir la música para estudiar?

-Mantener un volumen moderado en todo momento, de manera que el sonido no sea perturbador.

-Tomar en consideración lo que dice la ciencia. Lo ideal es seleccionar un tipo de música que haya demostrado tener beneficios reales para las capacidades intelectuales, como es el caso de la música clásica.

-Evitar seleccionar música desde el móvil. Usar el teléfono para las pistas de audio nos expone a la interacción con el dispositivo móvil, lo que resulta contraproducente para la concentración.

A pesar de los beneficios que puede proporcionar la música, no es buena idea abusar de este recurso para estudiar, porque todo en exceso es dañino. En este caso, si se acostumbra a escuchar música siempre que vamos a estudiar terminaremos por volvernos dependientes de este sistema.

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