La zona se convirtió en un gran espectáculo y todas las personas que se encuentran confinadas, desde sus casas han tenido la oportunidad de avistar a estas aves migratorias, que por esta época del año siempre se hacen presentes en ese lugar.
Sin la presencia de humanos como fotógrafos, observadores de aves o pescadores que tradicionalmente están presentes en el lugar, los flamencos llegaron para quedarse un tiempo, sin la presencia humana.