España es uno de los países europeos más afectados por el coronavirus y esta semana, hoteles de cuatro y cinco estrellas de Madrid se convirtieron en hospitales.
Habitaciones minimalistas, con la cama y una mesita, televisión, cabeceras plastificadas. Sin cortinas ni alfombras que puedan ser vía de contagio, así fueron ambientadas.
Además, las cocinas y las salas de reuniones que se convirtieron en almacenes. Los vestíbulos de cada planta se usan para controles de enfermería.
En cada habitación, un paciente que se toma la temperatura a diario –y, en ocasiones, también la saturación del oxígeno–comunica por teléfono al control de enfermeras, ubicado en el vestíbulo de cada planta.
De momento, en los hoteles-hospital sólo hay una persona por habitación, pero esto podría cambiar dentro de poco.
De la comida se encarga “un catering que fue contratado por la consejería de Sanidad y la limpieza también está al cargo de empresas externas al hotel. Del establecimiento sólo tenemos personal de soporte, por si hay algún problema con la calefacción o con un ascensor”, declaró uno de los encargados de un hotel.
Y como en toda cuarentena las visitas no están permitidas.