Según esta sociedad científica
la inmunoterapia, “también denominada
terapia biológica, es un tipo de tratamiento para el cáncer que estimula las
defensas naturales del cuerpo a fin de combatir el cáncer. Utiliza sustancias
producidas por el cuerpo o fabricadas en un laboratorio para mejorar o
restaurar la función del sistema inmunitario”.
Diferentes estudios presentados en esta cumbre ratificaron,
además, la relación existente entre una mayor sobrevida en caso de tumores
mamarios o prostáticos, y la combinación de diferentes “posibilidades terapéuticas” de reciente desarrollo.
“Las mayor
sobrevida global de cáncer de mama y próstata, y la inmunoterapia como primera
línea de tratamiento en cáncer metastásico de pulmón, melanoma y de mama triple
negativo fueron las grandes novedades de ASCO”, aseguró Santiago Bella, médico especializado de la Asociación
Argentina de Oncología Clínica (AAOC) que participó del evento internacional
realizado a fines de junio en Chicago, durante una reunión este jueves con la
prensa argentina para explicar los avances en materia de tratamientos.
Bello explicó que el cáncer de próstata, una enfermedad que
afectará a “uno de cada tres hombres” y que en su forma avanzada puede ser “muy
agresiva”, ahora puede ser atacado con “herramientas múltiples”, lo que no
solamente “da más posibilidades” de éxito, sino que permite “abaratar los
costos” o alcanzar una mejor relación “costo-efectividad”.
“Hasta hace poco,
lo que se hacía como tratamiento inicial, era simplemente el bloqueo hormonal,
que hoy se ha complementado con al menos tres medicamentos nuevos y
quimioterapia”, dijo.
“Y el añadido de estas posibilidades terapéuticas mejora la
sobrevida”, agregó.
Otro especialista de la AAOC, Diego Kaen, se expresó en
términos similares respecto a las novedades sobre cáncer de mama.
“Estudios de
seguimiento demostraron que los pacientes que hacen inmunoterapia más
quimioterapia en un tipo de cáncer de mama, presentaron mejorías de sobrevida
en relación a los que reciben sólo quimioterapia”, contó.
En realidad, “la inmunoterapia está ocupando la primera línea”,
es decir, está siendo habitualmente el tratamiento administrado en primer lugar
para diferentes tipos de cáncer, una técnica a la que estuvo consagrado el
Premio Nobel de Medicina 2018.
“La inmunoterapia
bloquea la unión de ciertas proteínas de la célula tumoral con proteínas
receptoras del linfocito, que son las defensas del organismo. Las moléculas
tumorales son como una bala que se pega al sistema inmune y lo mata; pero con
la inmunoterapia vos frenás el receptor o la bala y tenés más linfocitos
activos”, afirmó José María Lastiri, presidente de la AAOC tras inaugurar
ayer la “39º Reunión de Trabajos y Actualización Post Chicago” de la
entidad.
Y si bien la inmunoterapia representa numerosas “ventajas”
respecto a la quimioterapia, también tiene “efectos no deseados”,
aunque “más manejables porque se pueden
revertir”.
“La inmunoterapia
es menos tóxica, es más dirigida y representa una mejoría en la sobrevida en
relación a la quimioterapia. Además, los efectos no deseados son menores que la
quimioterapia en términos de alopecia, disminución de glóbulos blancos, astenia
o anorexia”, afirmó Kaen.
No obstante, advirtió que el tratamiento con inmunoterapia
implica que “el sistema inmune esté más potenciado, más atento”, lo que “puede
ir contra la propia (glándula) tiroides y generar un hipotiroidismo, por
ejemplo”.
Los especialistas hicieron hincapié además en el desafío que
representa la aparición de nuevos tratamientos: “Vemos con preocupación extrema el tema de los gastos en salud, no en
términos de prohibir cosas sino de optimizar recursos. Mientras la
quimioterapia tenía un costo razonable pero le impedía al paciente trabajar por
ocho meses, hoy hay medicamentos con un nivel de eficacia comparable, que
devuelven mucho antes al paciente a su trabajo, con lo cual parte de lo que se
invierte en esas drogas de alto costo, vuelve en producción laboral”,
explicó Lastiri.
Inmunoterapia: tratamiento para combatir varios tipos de cáncer
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