Conocer me ayuda a poder elegir como puedo defenderme y decidir si quiero enfrentarlas, desde este lugar diseñar un plan para regular el estado de ansiedad.
Las emociones son conocidas por todos nosotros, aunque no dejan de ser complejas, breves y bruscas en su esencia. Debemos tener cuidado cuando hablamos de emociones y no confundirlas con los sentimientos que están muy arraigados en nosotros, además de manifestarse más pausadamente y de manera prolongada en el tiempo. Como las emociones son anteriores a los sentimientos se puede trabar en ellas, regularlas y elegir como deseo sentirme.
Puedo regular emociones
Existen varias fórmulas para regular las emociones, cada uno podría utilizar la qué le viene mejor, hoy quiero focaliza en la actividad física, lo cual de manera personal me ha ayudado mucho. Teniendo en cuenta que se debe acompañar de un trabajo personal interno para llegar a la raíz de la cuestión, cosa que a no todos le agrada, siendo el antídoto fundamental para sortear inconvenientes.
Cómo influye la práctica de actividad física en las emociones.
Las personas que practican deporte o actividad física de manera cotidiana, bailes, kundalini yoga o cualquier otro tipo de actividad física, ¿gestionan mejor las emociones?, ¿pueden llegar a regular las emociones básicas que experimentan?… Me pregunto ¿qué ocurre con la gestión de sus emociones?, ¿cómo se puede mejorar la gestión de las emociones con la actividad física?
La ansiedad un estado emocional
Según el diccionario de emociones, detalla qué la ansiedad es un estado de inquietud o zozobra del ánimo, que se experimenta ante un riesgo imaginario, posible, pero poco probable. Es un miedo no resuelto. Me gusta señarlo como un primo hermano del miedo, como es algo imaginario la solución esta de nuestra parte, muy buena noticia ya qué soy el responsable de solucionarlo.
Los 4 argumentos en favor del ejercicio físico para combatir la depresión, miedo o ansiedad.
El organismo sufre una serie de cambios a distintos niveles.
Podemos localizar estos niveles en:
1 Pensamientos. Cognitivo
2 Neuroquímica
3 Conducta
4 Fisonomía
A. El ejercicio físico y los procesos cognitivos o de pensamiento
Nos ofrece un espacio de descanso mental a lo largo del día, esto es fundamental, sobre todo cuando ni siquiera la noche es ese espacio. La actividad física o deportiva, puede ser una buena opción, un tiempo que facilite no centrarnos en nuestro pensamiento y «rumiar» sobre nuestro abatimiento.
B. El ejercicio físico y la neuroquímica
A nivel neuroquímico, es conocida la relación entre el desequilibrio de algunos neurotransmisores y la depresión. El organismo segrega estas sustancias de forma espontánea para regular funciones automáticas, algunas de ellas relacionadas con nuestro estado de ánimo. Por ejemplo, un desequilibrio en los niveles de algunos neurotransmisores en zonas claves del cerebro, puede influir en que tengamos menos sensación de bienestar al hacer actividades placenteras, que nuestro ciclo vigilia sueño se altere, nuestro humor varíe y algunos movimientos generen una sensación de fatiga o molestia demasiado grande.
Numerosos estudios destacan la importancia del deporte regular en relación a la depresión:
- Como agente liberador de endorfinas (sustancias que destacan por su efecto analgésico y de sensación de bienestar).
- Por su contribución al equilibrio de neurotransmisores implicados en la depresión.
- Por su capacidad para liberar compuestos capaces de eliminar sustancias nocivas.
La clave en este punto es determinar qué tipo de ejercicios, en qué medida, frecuencia e intensidad, y para qué grados de depresión, serán especialmente beneficiosos. Y en función de ello definir el adecuado plan de actividad física
C. Ventajas a nivel conductual del ejercicio físico
En esto el deporte se convierte en agente fundamental facilitador del cambio en la depresión. Hacer ejercicio fuera de casa, algo distinto a seguir aislado, algo que por otro lado está bien visto social y personalmente, que nos hace romper el círculo vicioso del no puedo y me quedo en la cama o en el sofá, que nos saca del “encierro depresivo”. –No tengo ningunas ganas, pero si falto perjudico a mi grupo. Iré y haré lo que pueda.
D. La actividad física y nuestra fisionomía o aspecto corporal
Un cuerpo activo físicamente cambia su fisionomía, se muestra más erguido, con un lenguaje corporal más vital. Y lo más importante, puede ayudar a arrastrar a la mente a un estado emocional de menor abatimiento.
Deseo qué esta buena noticia pueda darte impulso para combatir a tiempo esos estados naturales de miedo, depresión, angustia por los qué atravesamos todos los seres humanos, depende de cada uno el elegir como dar batalla, la clave esta en qué está dentro nuestro la solución. Yo elijo como me quiero sentir con esto qué sucede.
Este trabajo lo realizo leyendo, investigando, sacando apuntes de conferencias. Deseo de todo corazón que el camino de la vida no duela tanto. Que puedas agradecer hasta por las desgracias. “Gracias” debería convertirse en la palabra mágica.
Si necesitas alguna consulta no dudes en comunicarte, trabajo en acompañamiento personal basado en educación emocional. Posgrado en Educación Emocional y Bienestar Universidad de Barcelona
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