Asimismo, señalaron que “el acceso de las mujeres a las
labores remuneradas es esencial para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible
de la Agenda 2030”.
La publicación conjunta “Coyuntura Laboral en América Latina
y el Caribe” de ambos organismos expresó que el mercado laboral enfrentó en la
región “un gran incremento en la participación de las mujeres en las
actividades remuneradas”, y reseñó que en los últimos 30 años “la tasa de
participación para las mujeres de 15 años aumentó 11 puntos”.
“Se trata de un ritmo superior al de otras regiones del
mundo. Pero aún se observan grandes diferencias entre países en el crecimiento
y en los niveles de participación laboral femenina y un rezago respecto de las
naciones desarrolladas. En 2018 la brecha de tasa de participación femenina en
relación con los hombres alcanzó 25,9 puntos”, indicó.
También afirmó que la decisión de participar en actividades
remuneradas está influenciada por varias circunstancias que repercuten en la
inversión en educación y la familia, y realzó el avance de la región en “la
igualdad en el acceso a la educación, la disminución de la tasa de fecundidad,
los mayores niveles de ingreso y de acceso a las tecnologías”.
“Se lograron avances sobre derechos políticos y normas
sociales. Pero hay retrasos en algunas áreas, lo que podría limitar el
crecimiento de la participación laboral, como las brechas de género en
rendimientos educativos y aspectos culturales, que favorecen el rol
reproductivo y de cuidado de las mujeres”, dijeron Alicia Bárcena, secretaria
ejecutiva de la Cepal, y Juan Hunt, director regional para América Latina y el
Caribe de la OIT.
El informe sostuvo que la incorporación de nuevas tecnologías
podría generar un aumento en la participación de las mujeres en actividades
remuneradas, pero advirtió que ello no necesariamente implica mayor calidad del
empleo ni de vida, y recalcó que es necesaria la incorporación de algunas
políticas para evitar mayor precarización y sobrecarga laboral.
La tasa de desocupación urbana regional en 2019 se mantuvo
estable respecto del mismo periodo de 2018 y alcanzó 10,1 por ciento en los 15
países de América Latina.
El informe concluyó que el empleo de mejor calidad pierde
terreno frente al informal y, el salario medio real del empleo registrado y los
mínimos reales, crecen a tasa menor que en años anteriores, por lo que el año
concluirá con un ligero aumento de la desocupación regional (9,4 por ciento)
para zonas urbanas, comparado con 9,3 de 2018.
Llaman a “reducir la brecha de género para crecer y bajar la pobreza”
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