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Los barbijos podrían generar menor empatía en los niños

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Expertos de todo el mundo analizan la comunicación no verbal y las diferencias que pueden generarse en los niños ante la utilización de los barbijos.

Los barbijos podrían generar menor empatía en los niños
Imagen ilustrativa de la web

Desde que la pandemia se instaló en el mundo, los niños han debido readaptarse de forma abrupta a situaciones que quizás no comprenden del todo (dependiendo de su edad y de su desarrollo). Ante esta situación, psicólogos, psicopedagogos y pediatras analizan cuáles pueden ser las consecuencias de la utilización de los barbijos o tapabocas en momentos fundamentales del desarrollo, como ser el aprendizaje a través de la comunicación no verbal y el desarrollo de la empatía.

Científicos norteamericanos revelaron en sus estudios que cuando los rostros de los niños están cubiertos por máscaras, los más pequeños tienen muchos problemas en reconocer la emoción (tristeza, ira, miedo) que se esconde detrás de la tela.

Hugh Bases, profesor clínico asociado de pediatría en el Hospital de Niños Hassenfeld en NYU Langone Health, se mostró esperanzado de que esto cambie una vez “que las mascarillas se acaben”. “Nos recuperaremos rápidamente”, indicó el especialista.

Desde “Primera infancia: Impacto emocional en la pandemia”, un libro publicado por Unicef, se aclara que “En la primera infancia las niñas y los niños carecen de la capacidad de regular por sí mismos sus estados emocionales y quedan a merced de reacciones intensas. Frente a ello, el contacto físico y emocional (acunar, hablar, abrazar, tranquilizar) permite a las niñas y los niños establecer la calma en situaciones de necesidad y aprender a regular por sí mismos sus emociones”.

La regulación afectiva solo es posible en el contexto de una relación con otro ser humano. En el aprendizaje de las emociones, primero es el adulto el que las nombra; luego comparte con las niñas y los niños esa manera de nombrarlas y, por último, las niñas y los niños las nombran y explican por su propia cuenta: «Estoy triste, enojado, contento, celoso, enojado, alegre»”, explican los expertos de Unicef.

Para mejorar el entendimiento de las emociones y poder generar mayor cantidad de neuronas espejo (que son las que permiten desarrollar la empatía), se considera que es importante que el barbijo no tape las miradas, que la cara sea un rostro expresivo, que la voz sea un elemento de identidad y acompañamiento. Al mismo tiempo, es necesario, como adultos, alimentar los gestos y las muecas, permitiendo que el niño comience a reconocer las emociones reflejadas en gestos sin necesidad de apelar a la comunicación verbal.

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