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Los galgos son perros polifacéticos

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Estos delgados canes de movimientos majestuosos son silenciosos, sensibles y discretos compañeros que se adaptan a las circunstancias.

Los galgos son perros polifacéticos

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Estos delgados canes de movimientos majestuosos son silenciosos, sensibles y discretos compañeros que se adaptan a las circunstancias.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_single_image image=”211290″ img_size=”full” alignment=”center” title=”Foto DPA.”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Por Sabine Maurer (DPA)

Entre los galgos se encuentran los perros más grandes y también los más rápidos. Estos canes son animales superlativos.

El lebrel irlandés, por ejemplo, tiene una altura de aproximadamente un metro, unas medidas que no alcanza ningún otro perro.

El galgo inglés, por su parte, puede correr a una velocidad de 70 kilómetros por hora, algo inigualable para cualquier otro perro.

“Tras el guepardo, es el animal más rápido sobre la Tierra”, dice Olaf Knauber, de la Asociación Alemana para la Cría del Galgo.

Él mismo es un criador de estos animales y conocer otra característica superlativa de ellos: “Son los perros más vagos que hay”.

Los galgos son los Ferrari entre los perros y según Knauber son menos nerviosos de lo que se cree. De hecho, estos delgados canes de movimientos majestuosos son silenciosos, sensibles y discretos compañeros que se adaptan a las circunstancias.

Por eso son recomendables para familias, no hay duda de que les gustan los niños. Pueden ser llevados al trabajo y de vacaciones sin problemas y aguantan bien largos viajes en automóvil.

Almas gentiles

Dorthee Dahl, que ha escrito un libro sobre galgos, los califica como “almas gentiles”. No necesitan órdenes duras, sino palabras amistosas.

Dahl advierte de que jamás se debe gritar a un galgo. “Se ofenderá sin lugar a dudas”, asegura. Ella conoce otra característica de estos perros: no les gusta tumbarse en el suelo y por lo general suelen conquistar el sofá de casa.

En casa son extremadamente silenciosos y tranquilos, pero una vez salen de ella, corren y saltan como locos. “Les encanta moverse”, dice Marius Tünte, de la Asociación de Protección Animal en Alemania.

“Quien decida tener uno, debe tener claro que tiene que dedicarle mucho tiempo para que tenga una vida digna”, señala.

Hay que contar con que necesitan al menos una hora y media de paseo al día. En el centro de una ciudad no son felices porque no pueden dar rienda suelta a su necesidad de movimiento.

Además, por su rapidez al moverse es mejor que estén lejos del tráfico cuando corran libres. Para los dueños a los que les guste el deporte, son animales ideales.

Les encanta actuar como compañeros de caminatas, jogging y paseos en bicicleta o a caballo.

No obstante, con ellos hay que estar alerta en el bosque ya que les gusta cazar. Para eso de hecho eran criados inicialmente.

Y son capaces de divisar a mucha distancia movimientos de los que sus dueños no se percatan. En esos casos suelen decidir echar a correr detrás de la liebre o el conejo sin atender a su dueño.

En los canódromos se les puede ver correr detrás de una liebre de mentira en una distancia de 1,2 kilómetros. “Les divierte mucho”, dice Dahl.

En Gran Bretaña, es algo muy popular. Los defensores de los derechos de los animales, sin embargo, critican esta práctica.

“Generalmente, estas carreras rápidas son acordes con la raza”, dice Tünte. Pero no se debe sobrecargar a los animales. Y deben ser tratados y entrenados de acuerdo a sus necesidades.

Elegante y musculoso

El whippet, uno de los galgos que se emplean en las carreras, es uno de los galgos más populares. Tiene una altura de 50 centímetros, un pelaje liso y surgió, según se cree, de cruces del greyhound con el terrier.

Es elegante y musculoso, y también tiene mucho temperamento y es cariñoso.

“También son muy populares por ello los galgos afganos y el lebrel irlandés”, dice Knauber.

El afgano tiene una imagen imponente ya solo por su largo pelo lanoso. El lebrel irlandés es un gigante entre los perros y puede llegar a tener el tamaño de un pony y puede llegar a pesar 60 kilos.

Antiguamente, estos fuertes animales se empleaban para cazar lobos. Por eso el lebrero irlandés se llama también lobero irlandés. Su mantenimiento es muy caro porque come muchísimo. Como tienen un metabolismo activo precisan muchas calorías.

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