[vc_row][vc_column][vc_column_text]Lo dijo el abogado Martín Ayala, ex presidente del Cademis, quien consideró que la llamada “Industria del Juicio Laboral” es más un fantasma que un problema real. Ayala remarcó que “el reclamo laboral, tiene topes cuando trata de la extinción del trabajo”, y en los casos de demanda por accidente de trabajo, la ART paga las indemnizaciones. Asimismo, Ayala sostuvo que la flexibilización de los despidos como se impuso en Brasil, viola derechos de los trabajadores. “Hay que facilitar el acceso al empleo y no facilitar la desvinculación laboral”, expresó.[/vc_column_text][vc_column_text]POSADAS. El abogado Martín Ayala, una de las voces calificadas para hablar sobre el debate de la Reforma Laboral que impulsa el gobierno nacional, brindó su punto de vista sobre el tema en MisionesCuatro. El ex presidente del Colegio de Abogados de Misiones (Cademis) enfatizó que hay que poner “en su justa medida” el temor del empresariado a los juicios laborales. “El reclamo laboral, ordinariamente, está tasado, tiene topes cuando trata de la extinción del trabajo, y tenemos la ART cuando se trata de un reclamo de accidente de trabajo con lo cual, el empresario que cumple con sus deberes tiene ART con lo cual, si bien está sujeto a un proceso judicial, tiene esta cobertura que le permite seguir operando”, explicó el letrado, quien además recordó que la flexibilización laboral que se implementó durante el gobierno de Carlos Menem, no generó un incremento en el empleo como se esperaba.
“Lo que conocemos es la reforma de Brasil, que puede servir de modelo. Esa reforma tiene algunos aspectos pensados como beneficiosos por la dirigencia. Pero tiene una alta sensibilidad social”, detalló Ayala, resaltando que la reforma aplicada en el vecino país, con masivas protestas en contra, “tiene aristas muy delicadas. En Argentina, la experiencia negativa que tuvo a mediados de los 90, la flexibilización laboral, hace que pensar en esta idea despierte ciertas alertas. La flexibilización estuvo probada en el país y no dio los resultados esperados en términos de generación de empleos”, enfatizó el abogado.
Ayala se mostró a favor de “revisar la situación laboral”, pero en lo referente al costo laboral en las pequeñas empresas, que son muy altos en comparación con las grandes. “La multinacional con un gran caudal empleados tiene los mecanismos tributarios para compensar el costo laboral”, precisó el letrado, señalando que las grandes firmas pueden descargar del impuesto a las ganancias, “que tiene una alícuota muy alta del 35%, todo el costo laboral. (Esto) no ocurre con los pequeños emprendimientos”, consideró. En este sentido el abogado insistió en que una nueva ley laboral “debe contemplar las asimetrías entre grandes empresas y los pequeños emprendimientos. (Las Pymes) no tendrían que ser tratadas de la misma manera. Estas distinciones no existen y sería interesante pensarlas”, afirmó.
“Es posible que exista un régimen diferenciado, como lo existe en otros ámbitos, para las empresas pequeñas”, afirmó el ex presidente del Cademis, insistiendo en que la toma de empleados en “está desincentivada porque el costo es importante. Si se pudiera mantener los beneficios del trabajador, considerando la dificultad que pueden tener los pequeños emprendimientos, podría mejorar el nivel del empleo, a partir que muchos emprendimientos se verían incentivados a tomar empleados”, detalló Ayala.[/vc_column_text][vc_media_grid element_width=”3″ grid_id=”vc_gid:1504542138387-4be7aff1-9604-2″ include=”128606,128607,128608,128549″][vc_column_text]Consultado por MisionesCuatro sobre el peligro de la pérdida de derechos laborales a partir de una reforma como la de Brasil, Ayala se mostró cauto y sostuvo que es difícil opinar si no se sabe “hasta donde pretenden una reforma”. “La historia demuestra que han existido los contratos basura, que posibilitan la precarización del empleo. Esto fue posible porque los gremios lo avalaron. Suponemos que esa experiencia que no fue positiva, ha servido para pensar qué tipo de reforma se puede aplicar en Argentina”, planteó Ayala, apuntando a la connivencia de la burocracia sindical con el proyecto flexibilizador del gobierno de Menem. Cabe acotar que esa flexibilización y precarización laboral tiene lógicamente otros actores además de los grandes sindicatos, es decir, el empresariado y la clase política. Por otra parte, no se trata de un problema tan lejano en el tiempo: actualmente, la provincia de Misiones y sus distintos municipios tienen numerosos trabajadores en negro o sujetos a contratos basura.
Ayala aclaró que la reforma brasileña ha tendido a “flexibilizar las situaciones de despido. Esto es muy sensible para el trabajador porque en lugar de mejorar las condiciones de acceso al empleo estamos facilitando las de despido. Creo que no es lo que habría que incentivar”, subrayó el abogado, quien acotó que la ley vigente permite contrataciones temporales de tres meses, tiempo más que suficiente para que el empleador pueda evaluar si le conviene o no tomar a un empleado. “Hasta los 3 meses de empleo se lo puede despedir sin indemnización. Y hasta el año y los tres meses el costo de un solo salario. No es un costo que haga inaccesible (la toma de empleados)”, aclaró el letrado.
“Hay que facilitar el acceso al empleo y no facilitar la desvinculación laboral”, opinó el abogado.
Sobre el final de la entrevista, Ayala llamó a desmitificar el llamado miedo a la “Industria del Juicio Laboral”, tema que consideró más un fantasma que un problema real del empresariado argentino. “En Brasil ha generado gran debate el temor a la judicialización de la relación laboral. El propio presidente Mauricio Macri ha expresado su preocupación al respecto. Pero hay que poner esto en su justa medida. Los reclamos laborales se originan en un conflicto. Además de tener una respuesta rápida, muchas veces estos conflictos se diferencian en dos aspectos: por un lado los que tienen que ver con la relación laboral, que tienen un monto, porque las indemnizaciones están fijadas por ley. Sabemos que es un sueldo por cada año de trabajo, más el preaviso, las vacaciones y el sueldo anual complementario. En los juicios por accidente de trabajo, con montos muy importantes, el empresario tiene una ART (Aseguradora de Riesgos de Trabajo) que es la que paga los montos. En la gran cantidad de esos procesos, tiene la cobertura”, detalló Ayala, desmitificando el llamado “Fantasma de la Industria del Juicio Laboral”.
“Cuando el trabajador reclama es porque no le queda otra alternativa que la vía judicial”, aclaró el abogado.
“Hay que poner en su justa medida este tema. El reclamo laboral, ordinariamente, está tasado, tiene topes cuando trata de la extinción del trabajo. Y tenemos la ART cuando se trata de un reclamo de accidente de trabajo. El empresario que cumple con sus deberes tiene ART con lo cual, si bien está sujeto a un proceso judicial, tiene esta cobertura que le permite seguir operando”, finalizó el especialista.
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