General

Seis mujeres que vencieron los estereotipos y revolucionaron la ciencia

cargando anuncio

Siempre se nos ha hecho ver que el campo de las ciencias es y ha sido un área dominada por los hombres. En parte, esto podría ser cierto, pues a lo largo de la historia se ha relegado a las mujeres a un papel secundario, negándoles oportunidades y méritos bien merecidos.

Seis mujeres que vencieron los estereotipos y revolucionaron la ciencia

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Siempre se nos ha hecho ver que el campo de las ciencias es y ha sido un área dominada por los hombres. En parte, esto podría ser cierto, pues a lo largo de la historia se ha relegado a las mujeres a un papel secundario, negándoles oportunidades y méritos bien merecidos.[/vc_column_text][vc_single_image image=”226281″ img_size=”full” alignment=”center”][vc_column_text]Sin embargo, no son pocas las mujeres las que han podido superar estos difíciles obstáculos, haciendo descubrimientos sin los cuales, hoy en día, no podríamos disfrutar de muchos de los avances científicos y tecnológicos que caracterizan a la era moderna.

Teniendo esto en cuenta, para celebrar el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, te contamos las historias de 6 mujeres que lograron vencer estereotipos y obstáculos sociales, logrando importantes hitos para la ciencia, a pesar de que, en algunos casos, sus méritos no hayan sido bien recibidos y celebrados por la sociedad.

Susan Bell

[/vc_column_text][vc_single_image image=”226282″ img_size=”full” alignment=”center”][vc_column_text]Susan Jocelyn Bell Burnell, mejor conocida como Jocelyn Bell, fue una astrofísica nacida en Belfast, en 1943, quien se destacó por descubrir la primera radioseñal de un pulsar, junto a Antony Hewish, quien fungía como el tutor de su tesis. A grandes rasgos, Bell podría ser una de las científicas más influyentes del Reino Unido, pues gracias a su descubrimiento fue posible contrastar la teoría de la evolución estelar.

Como estudiante, Bell formó parte del equipo que construyó el primer radiotelescopio a partir del cual se descubrió un nuevo tipo de estrellas, que más adelante recibirían el nombre de pulsares. De hecho, para 1967, Bell fue quien detecto y analizó los primeros registros de esta fuente de radicación.

Lo que es más curioso, es que Bell tuvo que encargarse se convencer a Antony Hewish, su tutor de tesis, quien posteriormente se llevaría todo el crédito, de seguir esta línea de investigación. En este caso, Hewish se mostraba escéptico ya que creía que estas señales eran creadas por el hombre.

Aun así, Bell continuó con su investigación, en un campo dominado por hombres blancos, logrando descubrir y analizar por primera vez en la historia la radioseñal de un pulsar.

No obstante, el comité Nobel en Suecia, concedió el galardón de física por este descubrimiento a Hewish y al astrónomo Martin Ryle en 1974, ignorando completamente las contribuciones de Jocelyn Bell.

A pesar de que esta se ha considerado una de las injusticias más grandes en la historia de la ciencia y de los premios Nobel, Bell lo tomó como un empuje a seguir destacando en el mundo científico. Por tanto, continuó sus investigaciones y se hizo acreedora de otros importantes reconocimientos.

Donna Strickland

[/vc_column_text][vc_single_image image=”226283″ img_size=”full” alignment=”center”][vc_column_text]Donna Theo Strickland es una física nacida en 1959 quien revolucionó el campo de la tecnología láser. Gracias a sus trabajos sobre la amplificación de pulso gorjeado, en 2018, Strickland se convirtió en la tercera mujer en la historia en ganar un Premio Nobel de la Física, luego de Marie Curie en 1903 y Maria Goeppert-Mayer, en 1963.

En este caso, sus avances en torno a la amplificación de pulso gorjeado se tradujeron en el desarrollo de aplicaciones con láser de alta intensidad. Teniendo en cuenta que los haces de láser tienen la capacidad de realizar cortes de una precisión impresionante, su descubrimiento es utilizado en campos médicos como la cirugía láser y otras áreas relacionadas a las ciencias fundamentales.

Ada Lovelace

[/vc_column_text][vc_single_image image=”226284″ img_size=”full” alignment=”center”][vc_column_text]Augusta Ada Byron, mejor conocida como Ada Lovelace, fue una matemática, informática y escritora británica, reconocida por sus trabajos en torno al desarrollo de la maquina analítica, una calculadora de uso general ideada por Charles Babbage.

Específicamente, las contribuciones de Lovelace giran en torno a lo que podría considerarse hoy día como el primer algoritmo diseñado para ser procesado por una máquina. En este sentido, se podría decir que Lovelace fue la primera programadora de computadoras en la historia.

Más de un siglo antes de que se consolidara la era de la computación, Lovelace anticipó cómo sería este equipo con el que estamos tan familiarizados actualmente.  Así, en 1843, Lovelace escribió que el aparato podría ser programado para seguir instrucciones.

Aún mas, esta mujer fue más allá, anticipando que, además de realizar cálculos, las computadoras tendrían la capacidad de crear a partir de patrones algebraicos.  Si bien el equipo sobre el que escribía, la maquina analítica, nunca llegó a ver la luz, sus notas sobre computación han generado que Lovelace sea considerada como la primera persona en la historia en programar computadoras.

Específicamente, el programa que desarrolló serviría para calcular el séptimo número de Bernoulli. Además de ello, su mayor influencia fue anticipar el potencial de la computación, tal como vimos anteriormente.

No obstante, Lovelace vivió en un momento de la historia en el que las mujeres no eran consideradas pensadoras científicas, sino que estas habilidades estaban restringidas para el hombre. Por ello, aún en la actualidad, se desacredita su trabajo y han sido muchos los intentos de desprestigiar su mente brillante.

Hedy Lamarr

[/vc_column_text][vc_single_image image=”226280″ img_size=”full” alignment=”center”][vc_column_text]Hedy Lamarr fue una actriz de cine e inventora quien se destacó por su participación en el desarrollo de la primera versión del espectro ensanchado, lo que permitiría las comunicaciones inalámbricas de larga distancia.

La incursión de Lamarr en las ciencias inició en 1933, cuando fue obligada a casarse con Friedrich Mandl, fiel seguidor de Hitler y su principal proveedor de armas durante la Segunda Guerra Mundial. Este hombre, mantenía a Hedy encerrada, por lo que, para tolerar la situación, la actriz tomó la decisión de retomar su carrera de Ingeniería, que había abandonado unos años antes.

Gracias a ello, logró escapar a los Estados Unidos, donde le entregó al ejercito información valiosa que había recabado de los amigos militares de su esposo. Para ese momento, existían importantes limitaciones en torno a las comunicaciones militares.

En este caso, los mensajes de las fuerzas aliadas eran interceptadas fácilmente por sus enemigos, por lo que podían conocer sin mayor problema la posición de barcos, tropas y demás información estratégica.

Hedy, al enterarse del problema, se unió a George Antheil, con quien desarrolló un sistema de comunicación secreta que permitía teledirigir torpedos a partir de ondas de radio, sin correr el riesgo de que la información fuese interceptada.

En este sentido, gracias a lo que hoy conocemos como salto de frecuencia, la información puede moverse de un lugar a otro sin riesgo de ser atrapada. Así, Hedy regaló su invento al ejercito de los Estados Unidos y, a pesar de que nunca fue utilizada, gracias a ella hoy gozamos de desarrollos tecnológicos como la red Wifi, el sistema de navegación satelital GPS y la comunicación inalámbrica Bluetooth.

Rosalind Franklin

[/vc_column_text][vc_single_image image=”226285″ img_size=”full” alignment=”center”][vc_column_text]Rosalind Elsie Franklin fue una química y cristalógrafa inglesa quien tiene en sus haberes la responsabilidad de importantes contribuciones a la comprensión de la estructura del ADN, del ARN, de los virus, del carbón y del grafito.

Trabajando en el laboratorio de King´s College, Rosalind Franklin se dedicaba a experimentar con la difracción de rayos X persiguiendo el objetico de estudiar moléculas de ADN. Así, como parte de sus experimentos, creó la icónica foto 51, una imagen del ADN obtenida mediante la difracción de rayos X en 1952, que representó una prueba fundamental para la identificación de la estructura del ADN.

Adicionalmente, Franklin llevaba registros de mediciones y observaciones obtenidas como parte de sus investigaciones que, más adelante, serían decisivas para el avance científico. Por ejemplo, detalló las distancias relativas de los distintos elementos repetitivos en las moléculas del ADN.

Asimismo, en sus registros se dejaba ver que las moléculas de ADN constaban de dos partes iguales que se complementan.

No obstante, a pesar de todo ello, Rosalind nunca se sintió cómoda en su trabajo. Esto se debe a que constantemente era rechazada y menospreciada por sus compañeros hombres, quienes ni siquiera le permitían usar el espacio de la cafetería, solo por ser mujer.

De hecho, su trabajo fue robado por Maurice Wilkins, su rival de departamento, quien compartió información a escondidas de los resultados de su investigación con Jim Watson, otro investigador de la Universidad de Cambridge, que también estudiaba la estructura del ADN.

En particular, la Foto 51 y los cálculos de Franklin, se convirtieron en la pieza faltante del rompecabezas de Watson respecto a sus hipótesis de la estructura del ADN, llevándose todo el crédito al construir el primer modelo correcto de una molécula de ADN con una doble hélice.

De esta manera, Watson, Wilkins y sus colegas, fueron reconocidos con el premio Nobel de Medicina en 1962 por sus investigaciones sobre el ADN, robándole todo el crédito a Franklin y sin otorgar su merecido reconocimiento.

Marie Curie

[/vc_column_text][vc_single_image image=”226286″ img_size=”full” alignment=”center”][vc_column_text]Marie Curie fue una científica polaca nacionalizada francesa quien fue pionera en el campo de la radioactividad. Por ello, fue la primera mujer en ganar un premio Nobel, la primera persona en recibir dos de estos galardones en distintas especialidades y, no conforme con ello, la primera mujer en ocupar el puesto de profesora en la Universidad de Paris.

Como bien se sabe, la vida de Curie no fue para nada fácil. A grandes rasgos, se vio obligada a enfrentar importantes obstáculos para dedicarse a las ciencias debido a que, en su país, las mujeres no tenían acceso a la Universidad.

Así, pasó hambre, frío y arriesgó su vida para dedicarse a lo que le apasionaba: la ciencia. Además, teniendo la posibilidad de hacerse millonaria con sus descubrimientos, se negó a patentar el proceso de aislamiento del radio, dejándolo a disposición de la comunidad científica.

Junto a su esposo, Pierre Curie, Marie descubrió el polonio y el radio, tras lo que, luego de mucho trabajo, en 1903, se hicieron acreedores del premio Nobel de Física. Sin embargo, el papel de Marie fue opacado por su esposo, ya que esta mujer nunca obtuvo los mismos tratos que este, pese a que el principal mérito de los logros comunes era suyo.

Referencias:

  1. More Women in Science. https://doi.org/10.1126/science.1113252
  2. Women in Science and Engineering. https://www.jstor.org/stable/29774475
  3. Marie curie and the radium industry: A preliminary sketch. https://doi.org/10.1080/07341519708581911
  4. Rosalind Franklin and the Discovery of the Structure of DNA. https://doi.org/10.1038/219808a0

[/vc_column_text][vc_facebook type=”button_count”][vc_tweetmeme][vc_column_text]


Tekcrispy / vm.

[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

Comentarios