Las cuentas fueron desactivadas durante los primeros tres meses del año y, según Twitter, en su mayoría escribían mensajes en mandarín y buscaban mejorar la imagen del Gobierno chino.

La red social explica que encontró vínculos entre esta operación y otra realizada también por el Gobierno, a mediados de 2019, que se extendió, además de Twitter, a Facebook y YouTube.

La red del “pajarito” está prohibida en China por el Ejecutivo, pero resulta que las cuentas se conectaban a la plataforma mediante redes privadas virtuales, aunque algunas de ellas usaban direcciones IP no bloqueadas.

Además de las cuentas chinas, Twitter también informó que ha desactivado 1.153 cuentas con vínculos con una campaña propagandística con origen en Rusia, y otras 7.340 de una operación vinculada al Gobierno turco.