La empresa Boom Supersonic sigue trabajando en su proyecto de avión supersónico e hipersónico, del que realizó pruebas en octubre del año pasado, el XB-1. La idea es poder hacer viajes de cuatro horas a cualquier parte del mundo por solamente 100 dólares.
La aeronave tendrá capacidad para menos de 100 pasajeros y podría alcanzar una velocidad de Mach 2,2 en 2026, y tendrá una capacidad para entre 65 y 88 pasajeros. El objetivo es que tenga más de 500 rutas, principalmente transoceánicas, que se beneficiarán con su increíble velocidad.
La idea es, por ejemplo, volver a unir Nueva York y Londres en solo tres horas y 15 minutos, como hacía el mítico Concorde. Viajar de Los Ángeles a Sídney demoraría un poco más, ocho horas y media.
“Creemos que es muy importante romper la barrera del tiempo, más que la del sonido”, detalló a CNN Blake Scholl, fundador y CEO de la firma. Además, explicó que “romper la barrera del tiempo podría ser un cambio radical”.
Para Scholl la clave es el cambio de paradigma que podría generar viajar en mucho menos tiempo. “Cambia los lugares donde podemos ir de vacaciones, cambia los lugares donde podemos hacer negocios, cambia los lugares de los que te puedes enamorar o de los que puedes estar cerca”, explió.
Un factor fundamental para la aerolínea es que las naves no sean perjudiciales para el ambiente. Buscan reducir el consumo y además que la huella de carbono del avión sea 100% neutral.
Según el director de la compañía la tecnología cambió drásticamente en los últimos 60 años por lo que algo así es posible: “La huella de carbono puede ser 100% neutral gracias a la optimización del diseño y nuevos tipos de motores que consumen combustibles alternativos”.
Una de las grandes fallas del Concorde era el precio: en la década del 90 vendía los pasajes por alrededor de 12.000 dólares. El objetivo inicial de Boom Supersonic, en principio, es ofrecer tarifas similares a las de categoría business de cualquier aerolínea. Y en el futuro, precios de “low cost”.
