[vc_row][vc_column][vc_column_text]Resulta incalculable estimar hoy. el monto de dinero proveniente del tráfico de restos humanos que abarca todo el mundo. De los mismos se extraen productos que luego, como cosméticos por ejemplo, se colocan en el mercado internacional.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_single_image image=”132407″ img_size=”full” alignment=”center”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]POSADAS. Cotizados laboratorios de China, Alemania, Estados Unidos, Inglaterra o Francia, transforman huesos y tejidos extraídos de cadáveres en areniscas que sirven para cosméticos, cremas que aumentan el volumen de los labios, alisan arrugas, reemplazan mamas o fabrican aparatos ortopédicos o prótesis dentales a precios carísimos.

Cuando medios periodísticos informaron acerca de esta macabra forma de ganar mucha plata, muy de moda, se desató un escándalo, de tal magnitud que en algunos países del llamado “primer mundo”, ejecutivos vinculados con la elaboración de medicamentos o elementos de belleza utilizando cadáveres, fueron a parar a la cárcel.

Antecedentes

Según consigna el diario La Nación de Buenos Aires, “el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación ( ICIJ , por sus siglas en inglés), tras trabajar en once países de los cinco continentes cuenta cómo funciona el tráfico de insumos destinados a productos medicinales, dentales, aplicados diariamente a gente de todo el mundo”.

Los primeros datos aquí se revelaron en la revista “Puercoespín” dirigida por Gabriel Pasquini y Graciela Mochkofsky. Según consigna la información, “sólo en los Estados Unidos -el mayor proveedor y el mayor mercado- venden anualmente dos millones de artículos que contienen algún derivado del cuerpo humano”. Seguidamente comenta: “un solo cuerpo libre de enfermedades puede girar retornos de 80.000 a 200.000 dólares a intervinientes involucrados en extraer tejidos y huesos, para utilizarlos como remedios, cremas y polvos cosméticos, medicamentos para tratar diversas enfermedades o insumos destinados a consultorios odontológicos”.

Tras la ruta de restos humanos

La ICIJ intenta rastrear el origen y destino de la piel, huesos y tejidos reciclados de cadáveres. “Los eslovacos -sostiene el informe- exportan a los alemanes; los alemanes a Corea del Sur, éstos a los Estados Unidos y los yankis a México. La cadena se extiende cada vez más, como que incluye actualmente a 40 naciones, entre ellas la Argentina”.

El tráfico ilegal circula por la Unión Europea, Medio Oriente, Canadá, Tailiandia, India, África del Sur, Brasil, Australia y Nueva Zelandia, subsidiados por corporaciones multinacionales.

Un hecho particular sacudió la economía estadounidense cuando se supo que la compañía RTI Biologics con sede en Miami obtuvo ganancias en 2014 que rondaron los 1.690 millones de dólares.

Multiuso

Los restos cadavéricos se usan en tratamiento de bellezas, implantes dentales, cirugías plásticas. El doctor Ron Israelí, conocido especialista que atiende en Nueva York, manifestó que “estos nuevos elementos revolucionaron nuestro sistema médico”, al estar del informe de la ICIJ.

Además, los huesos extraídos de los muertos y reemplazados con cañerías de PVC para el entierro, son esculpidos como tallas de madera para hacer tornillos y pernos en decenas de aplicaciones ortopédicas.

En torno de este negocio lucrativo, se incluye asimismo la compra de esqueletos en funerarias, cementerios públicos o privados por parte de alumnos que cursan la carrera de Medicina en prácticas en universidades, clínicas y sanatorios. Como hay poco o nulo control especialmente cuando provienen de osarios comunes, se corre el riesgo, en el caso de extracción de tejidos, de transmitir enfermedades infecciosas incurables.

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