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El rey de la selva de América, podría desaparecer de nuestro país

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Lo advirtieron organizaciones conservacionistas que apuntan a frenar la deforestación que está dejando sin hábitat al yaguareté, el mamífero de gran tamaño que más territorios perdió en Argentina, más del 85% de su hábitat original. Quedan 200 ejemplares en Argentina.

El rey de la selva de América, podría desaparecer de nuestro país

[vc_row][vc_column][vc_media_grid element_width=”3″ grid_id=”vc_gid:1488485471757-34c96b56-508d-6″ include=”93286,93285,93284,93287″][vc_column_text]CAPITAL FEDERAL. Siglos atrás, la exuberancia de la flora y la fauna de Sudamérica servía de hogar a una de las especies más impactantes de la naturaleza: el yaguareté. El crecimiento de las ciudades y la extensión de  superficies dedicadas a la agricultura, generaron la pérdida de ambientes aptos y la extinción de la especie en varias regiones. Según un estudio del Instituto de Biología Subtropical (unidad ejecutora del  CONICET), el yaguareté subsiste en sólo el 3 por ciento de la región del Bosque Atlántico que se encuentra en Argentina, Brasil y Paraguay.

En nuestro país, solo quedan 3 regiones donde habitan 200  yaguaretés, que comprende las selvas de Yungas (Salta), Bosque Gran Chaco Americano (Chaco, Formosa y Santiago del Estero) y Selva Paranaense (Misiones). Esto es significativamente alarmante ya que se trata de uno de los últimos refugios para este tipo de especies.

Conocido como el “rey de las selvas tropicales y subtropicales de América”, es el mayor felino del continente y el tercero en el mundo, sólo superado en tamaño por el león y el tigre. Es por eso que como depredador tope de la cadena, cumple un rol clave en la comunidad que habita: limita las poblaciones de algunas especies (impide excesos poblacionales) y, debido a su necesidad de grandes extensiones territoriales, asegura la existencia de otras. Además, ayuda a disminuir la propagación de enfermedades que pueden afectar a los animales e incluso al hombre y por ser sensible a la perturbación humana, es una especie indicadora de la calidad del hábitat.

Si el panorama continúa de la misma manera y no se producen cambios significativos en cuanto a implementación de medidas serias de protección, según refleja el estudio, las últimas poblaciones de yaguaretés podrían desaparecer en los próximos 50 años. Por este motivo, y por su valor cultural y ecológico, ha sido resguardado con la máxima categoría de protección para una especie.

Según Darío Rodríguez, Coordinador de la ONG Banco de Bosques, “si bien en la última década aumentaron los esfuerzos por proteger al yaguareté en la región, las acciones son aún insuficientes si no tomamos conciencia de la problemática”, y agregó “para esto es clave comprender tres puntos fundamentales: por un lado, la urgencia por conservar los bosques nativos donde aún sobrevive esta y otras tantas especies ya que la deforestación además de dañar la calidad de los suelos, generar inundaciones y cambio climático por aumentar la emisión de gases invernadero, produce la pérdida del hábitat de todos ellos. Por otro lado, es clave entender la importancia de la regeneración como primer paso para recuperar los bosques nativos de la región y por último, tomar conciencia del grave estado del yaguareté y otras especies que habitan en la zona. Es necesario actuar con urgencia  y tomar acciones concretas para revertirlo”, analizó.

Acerca de Banco de Bosques

Banco de Bosques es una Fundación que canaliza el aporte de pequeños, medianos y grandes donantes para un mismo objetivo: salvar bosques nativos en riesgo. A través de un sistema que utiliza imágenes satelitales, se genera un vínculo directo entre el donante y la “porción” concreta del bosque que cada uno salva. De esta manera, cada donante puede saber exactamente dónde está ese “pedacito” de planeta que se salvó gracias a su aporte.

(Fuente: ONG Banco de Bosques)[/vc_column_text][vc_facebook type=”button_count”][vc_tweetmeme][/vc_column][/vc_row]

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